La diputada de la CUP Anna Gabriel ha asegurado hoy que no “les temblarán las piernas a la hora de evidenciar las diferencias” con Junts pel Sí, però que tampoco tienen niguna intención de "hacer el juego al unionismo" y, por tanto, tampoco les temblarán cuando toque hacer valer la mayoría independentista en el Parlament.

Gabriel y la presidenta del grupo, Mireia Boya, se han pronunciado en este sentido en el atril del palacio de la Generalitat, después de reunirse con el presidente Carles Puigdemont. Lo que no ha hecho la diputada es valorar las críticas surgidas desde la corriente Endavant contra el acuerdo entre la CUP y JxSí argumentando que hoy no acudía al Govern como miembro de esta corriente.

El de la CUP ha sido, según la consellera de Presidencia, Neus Munté, el encuentro más largo de los que ha celebrado el jefe del ejecutivo con los responsables de los grupos del Parlament. También ha sido el único en que delante de Puigdemont había dos interlocutoras.

La aprobación de los presupuestos ha sido uno de los temas centrales de la conversación. La CUP insiste en que los presupuestos no forman parte del pacto de estabilidad firmado hace un mes con JxSí y que en el primer punto contempla el compromiso de los cupaires de no alinearse con el resto de grupos de la oposición cuando esté en riesgo dicha estabilidad.

El Govern discrepa de este punto de vista y Puigdemont ha transmitido a las diputadas que la aprobación de los presupuestos es uno de los objetivos prioritarios de la legislatura.

Auditar la deuda

Con el fin de apoyar las cuentas del Govern, la CUP reclama a Puigdemont unos presupuestos “sociales” que encaren “con valentía” la cuestión de la deuda. Admiten que el president no está en la lógica del impago de la deuda pero sí se ha mostrado dispuesto a "auditar" este tema y abordarlo con las entidades financieras y con los responsables del FLA.

La vicepresidenta Neus Munté, que ha comparecido a continuación, ha querido puntualizar que “un país serio como Catalunya tiene que pagar la deuda". "Otra cuestión es analizar cómo se puede reubicar esta deuda teniendo un diálogo con las entidades financieras”, ha matizado. Es el mismo argumento que subrayó Oriol Junqueras el lunes en la comisión de Economía del Parlament.

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Otro de los temas en que se ha hecho evidente la discrepancia entre las dos partes es el proyecto Barcelona World. "El proyecto que tenemos encima de la mesa no es el que la CUP defiende ni puede defender nunca", ha advertido Boya que ha rechazado un modelo territorial basado "en la especulación y el juego".

No obstante, han valorado la propuesta del president de hacer una consulta en el territorio aunque no se han pronunciado formalmente porque necesitan consultar con las bases. En cualquier caso, han dejado claro que este proyecto no forma parte del acuerdo de investidura y que tienen intención de mantener al respecto su "perfil y posición".

Por su parte, Munté ha asegurado que tampoco el Govern quiere un modelo basado en especulación y juego y ha puntualizado que solo un 6% del proyecto estaría ocupado por casinos, mientras que la mayor parte de la superficie está dedicado a turismo de negocios.

Las diputadas han hecho saber al president que la próxima semana tienen intención de hacer una valoración conjunta de los nombramientos que ha hecho el Govern desde su constitución.