La diputada podemita Àngels Martínez tomó un especial protagonismo en el pleno de ayer cuando retiró las banderas españolas de los escaños del PP. No es la primera vez que Martínez protagoniza una polémica en la Cámara por una actitud irreverente dentro de su grupo parlamentario.

El pasado mes de marzo, Martínez rompió la disciplina de su grupo parlamentario y votó a favor de la disposición adicional 31 de la ley de Presupuestos que garantizaba la partida para el referéndum. De esta decisión, tal como reconoció la misma diputada, no informó a sus compañeros de partido. La enmienda, presentada por la CUP, contó con el apoyo de los independentistas —Junts pel Sí y la CUP— y de Martínez que, sorprendentemente, se saltó las consignas del mismo grupo.

Aquel día, la mayoría del grupo parlamentario de CSQP —el único grupo de la oposición que se quedó en el pleno durante la votación, tal como pasó ayer— se enfadó visiblemente con la diputada díscola, especialmente después de la sintonía expresada entre Martínez y la CUP justo cuando la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, leía los resultados de la votación.

"Si un pueblo lucha por un referéndum tiene que implementar todas las medidas financieras posibles para llevarlo a cabo, hay que tener voluntad y hay que tener recursos", advirtió. La diputada, a pesar del alboroto que ha provocado su decisión, aseguró a El Nacional que no se arrepentía del voto. "La disciplina de grupo es importante pero la conciencia de cada diputado también lo es", soltó.

La polémica retirada de banderas

Ayer, Martínez retiró las banderas españolas que habían colocado a los diputados populares poco antes de que estos abandonaran el pleno del Parlament. Delante de este reacción espontánea de Martínez, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, pidió a la diputada que se detuviera y retornara a su escaño.

Àngels Martínez, economista de 69 años, es una de las diputadas más veteranas del Parlament de Catalunya. Se ha comprometido especialmente en el activismo en la sanidad, especialmente en los últimos años de crisis económica y ajustes en los servicios públicos.