El alcalde de Lleida, Àngel Ros, descarta de aquí al final de mandato cerrar un acuerdo de gobierno estable con otras formaciones políticas y apuesta por continuar en la línea seguimiento durante la primera parte de legislatura de llegar, "desde el diálogo, la negociación y el consenso", a acuerdos puntuales sobre los diferentes temas de ciudad con aquellos grupos con los cuales "haya más coincidencia".

Ros ha asegurado que al PSC "le está resultando más fácil llegar a acuerdos con algunos partidos que con otros, reconociendo que en el últimos meses ha fructificado más el entendimiento con Ciudadanos y el PP. Así, se muestra decepcionado por "no haber sido capaces" de llegar a más acuerdos con CiU, mientras ve "prácticamente imposible" alcanzar con el Comú. Con respecto a la posibilidad de repetir como candidato del PSC a la capital del Segrià en el 2019, Ros descarta planteárselo en estos momentos y dice que lo hará a final del actual mandato.

Àngel Ros destaca que la actual composición del Ayuntamiento de Lleida es la más "plural" de la historia, con siete grupos políticos representados. Eso, explica que ha obligado al PSC a trabajar "buscando el diálogo y el consenso para cada uno de los temas con aquellas fuerzas políticas había más coincidencia con que", después de los mandatos con mayoría. Ros reconoce que en la Paeria al PSC "le está resultando más fácil llegar a acuerdos con algunos partidos que con otros" y, en referencia a los últimos meses, resalta la importancia de los acuerdos alcanzados con Ciudadanos y el PP por el presupuesto y las ordenanzas fiscales 2017. Asimismo, recuerda que en el primer año de mandato, el PSC pactó las cuentas municipales con ERC y C's y las ordenanzas fiscales con la Crida-CUP y Ciudadanos.

Ros no entiende la "radicalidad" de CiU

Àngel Ros asegura que tenía el convencimiento de que el equipo de gobierno socialista y CiU "serían capaces de llegar a más acuerdos" durante el actual mandato, más allá del apoyo de este grupo municipal a las ordenanzas fiscales de este año. En este sentido, remarca que el PSC está gobernando con CiU diferentes consejos comarcales leridanos y "facilitando absolutamente" la busca de acuerdos a la Diputació de Lleida, cosa que "no cuadra demasiado con este comportamiento cada vez más radicalizado en la oposición a la Concejalía". Asimismo, asegura que la única bastante municipal con la cual considera "prácticamente imposible" llegar a acuerdos es el Común, porque "busca permanentemente el conflicto" y "no aporta propuestas constructivas desde el punto de vista de ciudad", según el alcalde de Lleida.

La polémica por los nombres de las calles

En relación con la polémica que se ha generado a raíz de la petición de entidades de la sociedad civil y de algunos grupos políticos para cambiar el nombre de algunas calles de la ciudad dedicados a personas que tuvieron relación con el franquismo, Ros deja claro que "el estado español hizo transición política ejemplar y con un elemento muy importante que es la reconciliación", la cual "no está reñida con el concepto de memoria histórica porque uno sin el otro no funcionan". En el caso de la capital del Segrià, el alcalde de Lleida lamenta que "haya partidos que crean que la democracia ha llegado con ellos sino que la democracia en los ayuntamientos llegó el año 1979".

Por Àngel Ros, "ahora no se tiene que abrir un proceso de consultas ni de referéndums" porque "Lleida ha hecho los ejercicios de memoria histórica y de reconciliación". Por eso, defiende que "si hay algún nombre, este no es ni de largo asociable inequívocamente a conceptos ni de la Guerra Civil ni del franquismo en línea de los 59 nombres ya cambiados" entre los años 1979 y 1980 con Antoni Siurana en la alcaldía de Lleida. Ros también recuerda que ya con él al frente de la Concejalía se cambiaron los nombres de edificios de viviendas protegidas dedicadas a personalidades franquistas, se derribó el monolito dedicado a los caídos que había en la plaza Cervantes y se levantó el monumento en recuerdo a las víctimas del bombardeo en el Liceo Escolar. Asimismo, el alcalde de Lleida insiste en que si una mayoría de vecinos de alguna de las calles afectadas "hacen propuesta, se los" atenderá.

El alcalde de Lleida, sin embargo, cuestiona la "contradicción" del grupo municipal de CiU en este tema después de que votara a favor de una moción de la Llamamiento-CUP para retirar ocho nombres de calles dedicadas a personas con vinculación con el franquismo, ya que una de estas es Miquel Montaña –alcalde de Lleida entre los años entre el 1974 y 1976- y que en 1984 va escogido diputado por Unió Democràtica de Catalunya (UDC) en el Parlamento. Y es que según Ros, "si tenía dignidad de ser diputado en el Parlamento en una elección democrática, resulta bastante incompatible que no se le reconozca la dignidad para tener una calle dedicada" a Lleida.

"Lleida tiene un déficit en medias y grandes superficies comerciales"

Àngel Ros insiste en que actualmente la capital del Segrià "tiene un déficit en medias y grandes superficies para mejorar el atractivitat comercial de la ciudad de cara a fuera", remarcando que la ciudad tiene un área de influencia de unas 400.000 personas, de poblaciones leridanas y de la Franja. En este sentido, destaca que las zonas comerciales proyectadas en Torre Salses, Vallrufea (Gran Gardeny) y el centro comercial de Carrefour en el lado del Ll-11 muestran que "por todas estas firmas Lleida es muy atractiva comercialmente". Sin embargo, remarca que desde la Concejalía también se está trabajando con el sector comercial de la ciudad en la redacción de los estudios sobre el impacto social de medias y grandes superficies en Lleida tal como se comprometió el equipo de gobierno.

En relación al proyecto comercial de Torre Salses, el alcalde de Lleida piensa que podría empezar a caminar pronto "pero ahora toca a los promotores ser capaces de conseguir todas las autorizaciones necesarias –por parte de la Generalitat- y cerrar también acuerdos con las firmas comerciales correspondientes". En el caso de Vallrufea, Ros señala que los promotores ya han solicitado recientemente la licencia de obras, mientras el de Carrefour es el proyecto que está "menos desarrollado", aunque "los representantes de la firma están planteando a la Concejalía darle una entrada formal".