Desde la ANC, la Assemblea d'Universitats i Recerca, ha pedido a la Universitat Pompeu Fabra que "se retracte públicamente" y rectifique "todos aquellos procedimientos puestos en marcha contra el profesor Hèctor López Bofill". El caso de que atenta la libertad de expresión de este profesor parece enquistarse y desde el rectorado de la Pompeu, de momento, no hacen marcha atrás aunque hay matices.

Si nos situamos en sus precedentes, la UPF no ha abierto finalmente ningún expediente al profesor Hèctor López Bofill, ni le ha aplicado ninguna sanción, para expresar sus opiniones en un tuit, pero el rector, Oriol Amado, ha convocado un claustro extraordinario "sobre el papel de la Universitat en el debate público de la libertad de expresión", según ha indicado en un comunicado.

La ANC denuncia "presiones del Estado"

La dirección del UPF cargó contra las valoraciones de López Bofill y pidió estudiar "si correspondía emprender algún tipo de acción" contra él, pero esta iniciativa provocó una monumental polémica. Posicionaron en contra destacados miembros del colectivo universitario, como Xavier Sala-i-Martin o Germà Bel, y también sindicatos, como la FNEC. Desde la ANC consideran que "es muy grave que la universidad persiga la libertad de expresión de uno de sus profesores, y más si se tiene en cuenta que estas están vinculadas en su ámbito de investigación y de pericia".

Además, sitúan la polémica dentro de "la guerra jurídica que los poderes del estado tienen declarada contra el independentismo". De hecho, la ANC está convencida de que se han recibido "presiones internas y externas" hacia el mismo equipo de gobierno de la universidad a quien utilizan de "transmisor de la represión". Por eso hacen un llamamiento a "poder hablar de todo y sin tabúes". Y, en paralelo, consideran acertada la mirada de López Bofill: "Con respecto a nuestro procés de independencia tenemos que poder hablar de estructuras y condiciones del nuevo estado y de los costes del proceso de emancipación nacional".

Twitter, la polémica

Los hechos se remontan a las redes. López Bofill hizo un hilo de tuits sobre las contradicciones a resolver para el independentismo que no gustaron a la dirección de la UPF, donde da clase. El jurista cuestionó el tabú que hay ante la hipótesis que el Estado español respondiera con violencia y causara muertos, mientras que se aceptan como naturales las muertes por covid. "Contradicciones independentistas 1: se admite resignadamente que mueran casi 25.000 personas de covid-19 y nos hace un terror absoluto que muera alguien a consecuencia de un conflicto de emancipación nacional", tuiteó el jurista el pasado 27 de diciembre.

En otro tuit denunciaba la falta de sentido de Estado que tienen algunos sectores, cosa que a su entender sería la segunda contradicción independentista: "Querer un Estado y a la vez rehusar los mecanismos coactivos que definen un Estado y que lo hacen viable". En el tercero de estos tuits, señalaba que no es suficiente con intentar ganar elecciones, para conseguir la independencia. "Saber que la democracia ya la ganamos el 1-O y la ganamos a todas las elecciones y no admitir, ni siquiera hablar, que para hacer una independencia hacen falta cosas más allá de la democracia". La cuarta contradicción es la siguiente: "Saber que en un Gobierno ultra PP/Vox la represión será brutal y no hacer nada para acelerar ahora el proceso y ahorrarnos la catástrofe".