El ambiente en el seno del soberanismo está crispado, inmerso en una crisis que se visualiza en una evidente división interna. Ante esta situación, la Assemblea y Òmnium han querido intentar predicar con la imagen de unidad que permanentemente reclaman a los partidos. En este sentido, les han pedido que aparquen las "peleas públicas" para "trabajar codo con codo" y estar en condiciones de responder de manera consensuada a las más que probables condenas del Tribunal Supremo contra los líderes independentistas. 

En una comparecencia conjunta de sus máximos dirigentes, Elisenda Paluzie y Marcel Mauri, han querido rebajar la tensión surgida los últimos días en varios flancos. Tanto entre ERC y Junts per Catalunya como entre las bases y las formaciones independentistas, todo a raíz de los pactos postelectorales de unos y otros con el PSC y de la votación de la investidura fallida de Pedro Sánchez. Unas quejas que en algunos casos han desembocado en protestas ciudadanas contra dirigentes independentistas y que, por la presión de sus asambleas territoriales, han llevado el secretariado nacional de la ANC a dejar a los políticos fuera del espacio reservado a la manifestación del Onze de Setembre. Un ambiente que ya ha llevado a algunos consellers de ERC a anunciar que no participarán.

Sobre eso, Paluzie les ha pedido que no se sientan excluidos y les ha invitado a participar de la movilización de la Diada aunque esta vez no cuenten con un espacio prioritario, "todo el mundo está llamado". Asimismo ha defendido que es normal que la sociedad civil adopte un papel fiscalizador de la clase política que les representa y ha recordado que "la crítica es legitima". Y ha dejado claro que los reproches no son exclusivos para ERC, como han denunciado los exconsellers Joan Josep Huguet y Anna Simó, sino que desde la Assemblea también han cuestionado los pactos de JxCat con el PSC. 

A las puertas de la sentencia

Con la sentencia a la vuelta de la esquina, tanto Assemblea como Òmnium son pesimistas porque creen que no será absolutoria y subrayan la necesidad de afrontar "lo que vendrá" con unidad. Por eso destacan que hay que volver a sacar a la calle a la sociedad civil para dar una respuesta "a la altura del ataque" que vaya aparejada a una reacción a nivel institucional.

A pesar de la agitada situación interna, celebran que por primera vez tras un año y medio todos los actores del independentismo hayan decidido arremangarse y aceptar que no pueden levantarse de la mesa hasta encontrar un horizonte compartido.

Ambas organizaciones coinciden en la lucha contra la represión y en el objetivo final de alcanzar la independencia. Ahora bien, más allá de las protestas y de la República, es sobre el cómo llegar que empiezan los matices. Así, por ejemplo, mientras la ANC insiste en que hay que reactivar la vía unilateral, en Òmnium son más prudentes.

Hacía meses que las dos principales entidades, que a lo largo de los últimos años han sido el motor del independentismo, no organizaban una rueda de prensa conjunta, más allá de haber compartido escenario en actos de protesta contra la represión.