La ANC ha decidido posponer la hora para anunciar quién asumirá los cargos de presidencia, vicepresidencia, tesorería y secretaría. Estaba previsto que se llevara a cabo a las 2 del mediodía pero fuentes de la entidad han explicado a El Nacional que se ha decidido posponer hasta las 4 de la tarde. El debate sobre los puntos iniciales en el orden del día ha sido largo y por cada una de las cuatro votaciones a estos cargos de peso de la Asamblea los 75 miembros reunidos –dos se han excusado por compromisos- se destinan unos 45 minutos. Por ahora se habría acordado quién asumirá los roles de tesorero y secretario, nombres que no han trascendido.

Hay que tener en cuenta que la ANC llega al día D con una clara división entre bandos. Este sábado se reunirá por primera vez, en el monasterio de Ripoll, el renovado secretariat que tiene que escoger al presidente, vicepresidente, tesorero y secretario. Liz Castro, la candidata más votada a las elecciones al secretariat, ya ha confirmado que se presentará como presidenta para relevar a Jordi Sànchez que, de momento, permanece en silencio, aunque no se descarta que dé un paso al frente si Castro no logra suficientes apoyos. El recuento final de voto en las elecciones del pasado sábado al secretariat dejó la distancia entre Liz Castro y Jordi Sànchez en 30 votos a favor de la norteamericana. Castro sumó 4.084 votos por los 4.054 de Sánchez.

Según el reglamento, el presidente de la entidad tiene que conseguir el apoyo de 2/3 del secretariat. Es decir, 52 votos a favor de los 77, aunque como dos miembros se han excusado, ahora solo se requieren 50 votos a favor.

Que Castro haya reconocido públicamente que optará al cargo no implica que lo consiga. Fuentes consultadas por El Nacional, dudan de que pueda sumar los votos necesarios. “No es un nombre de consenso para aglutinar diferentes sensibilidades”.

Por su parte, el actual presidente de la entidad, Jordi Sànchez, se mantiene como candidato pero no entrará a disputar inicialment la presidencia a Castro. Todo parece indicar que Sànchez puede contar con “la minoría de bloqueo”. 

Aritmética complicada

Un miembro del secretariat ha apuntado que el escenario es tan abierto que no descarta ninguna opción. Incluso, que después de varias rondas de votación, se posponga la decisión a otro día. “Si llegamos a este punto, después del espectáculo de estas semanas, daríamos una imagen catastrófica no justificable” ha afirmado.

Incompatibilidad personal, no de proyecto

Varias voces autorizadas coinciden en apuntar que las diferencias entre los afines a Sànchez y los críticos, responden a cuestiones personales que, en el caso del mismo Sànchez y de Liz Castro, parecen irreconciliables. “Todos somos independentistas y están luchando por temas de afinidad personal”.

Las mismas fuentes también niegan que el enfrentamiento entre sectores se deba a cuestiones partidistas. Uno de los debates entorno al debate sucesorio a la Assemblea responde a esta dinámica: se insinúa que Jordi Sànchez actúa bajo la influencia de CDC y que a Castro y a los críticos los espolea Esquerra y la CUP.   

La escritora norteamericana ha confirmado la candidatura en su cuenta personal de Twitter, donde también ha escrito este mensaje conciliador: "Necesitamos aprovechar las fortalezas de todos los 77 miembros del secretariat y con acuerdo, e incluso discrepancias, trabajar siempre juntos y necesitamos volver a ilusionar a nuestras bases, recuperar el empuje, y definir este país nuevo por la vía del procés constituyente".

Castro concluye que "debatir abiertamente y respetuosamente es positivo. Ponemos las ideas sobre la mesa, tomamos una decisión y salimos adelante unidos".

Jordi Sànchez conversa con periodistas durante la assemblea de Manresa

Inmovilismo

Las mismas fuentes temen que esta invitación al diálogo llegue demasiado tarde: “Es verdad que Sànchez quizás no ha sabido crear sinergias de equipo pero también es cierto que Castro no ha aprovechado estos días para acercarse a otros sectores”.

Un Puigdemont 

Por este motivo, “no se descarta que se imponga ninguno de los dos bloques” y tampoco que “aparezca un Puigdemont” capaz de sumar diferentes afinidades.

Uno de los nombres de consenso podría ser la economista Clara Ponsatí. A pesar de haber firmado el manifiesto de los “críticos” podría jugar este papel pero Ponsatí ya ha descartado, por motivos personales y profesionales, el cargo.   

Salida de Sànchez

Las posibilidades de que Sànchez continúe en el secretariat si no reedita la presidencia, son escasas. En este caso, preocupa “cómo gestionar su salida para no debilitar la entidad ahora que encaramos el periodo definitivo para conseguir la independencia”. 

Malestar

La editora y escritora ha decidido no repetir la misma jugada que el año pasado, cuando dio un paso al lado para que Jordi Sánchez fuera el presidente. El pasado mes de marzo, Castro protagonizó una disputa a través de Twitter con el exvicepresidente de la entidad, Jaume Marfany. Lo acusó de presionarla para que no optara a presidir la entidad. Eso pasó semanas antes de la assemblea general de Manresa donde las diferentes familias hicieron un esfuerzo para amainar el temporal. 

Inmediatamente después, ya en periodo electoral, el malestar volvió a hacerse evidente. Incluso, 23 personas, entre ellas Liz Castro, el exdiputado de la CUP, Antonio Baños, y el expresidente de Òmnium Cultural, Quim Torra, firmaron un artículo que marcaba distancias con la dirección actual y que apostaba por "recuperar el protagonismo de la sociedad civil como punta de lanza del independentismo cívico".

Liz Castro y Quim Torra, el pasado domingo