El Assemblea Nacional Catalana (ANC) afronta esta una semana decisiva con la reforma de sus estatutos y el reglamento de régimen interno, que se tienen que votar a través de la asamblea general ordinaria de la entidad presidida por Lluís Llach entre el 25 y el 30 de junio de forma telemática. Después de unos meses en los cuales la entidad ha debatido la propuesta del comité permanente de la entidad a través de su secretariado nacional, las asambleas de base y con las enmiendas presentadas, la reforma de los estatutos han reflejado el momento de división interna que sigue viviendo la ANC, como el mismo independentismo. Y es que los principales puntos calientes que afronta la entidad y que provoca el choque entre las dos familias internas es, por una parte, la forma de elección de la presidencia de la entidad y, por otra, las opciones que tiene la entidad para participar de forma directa o indirecta en unas elecciones, con la lista cívica denegada por los socios de la entidad como punto de partida.
El secretariado nacional aprobó el pasado 26 de abril una ponencia de modificación parcial de los Estatutos y del Reglamento de Régimen Interno, propuesta por el secretario de gestión jurídica y seguridad, Josep Cruanyes, y la ya exsecretaria Sílvia Ventura. Según explica el coordinador de la Comisión de Incidencia Política, Josep Vila, la propuesta de reforma se enmarca como una "actualización" de la entidad en cada contexto. "La urgencia de proceder en una reforma parcial nace realmente como una línea de continuidad histórica de los últimos mandatos de la ANC", explica Vila en declaraciones en El Nacional.cat, desde donde defiende que la propuesta del actual comité permanente de la ANC nace de anteriores mandatos. De hecho, asegura que en el anterior mandato presidido por Dolors Feliu a la comisión jurídica "ya se le encargó una propuesta". "El trabajo estaba avanzado, pero no se culminó", dice el dirigente de la ANC.
De hecho, Vila también explica que las últimas juntas electorales del 2022 y del 2024 enviaron sugerencias a la entidad, como "replantear el umbral de 2/3 para poder nombrar los cargos orgánicos" (presidencia, vicepresidencia y tesorería). "Hay comisiones de la ANC que históricamente ya llevan reclamando cambios desde hace tiempo, como la de incidencia internacional o la comisión de acciones en el territorio, porque no se adapta actualmente", explica. El borrador de Cruanyes y Ventura, de hecho, se presenta el pasado marzo, cuando el secretariado nacional tuvo hasta catorce días para poder presentar enmiendas. Finalmente, presentan 31, de las cuales el 50% se aceptan. A partir de aquí son las asambleas de base las que presentan sus enmiendas: "Se reciben pocas enmiendas, un total de 139, de las cuales 12 quedan aceptadas directamente. Esto implica que están muy de acuerdo con la propuesta," considera Vila, que afirma que la asamblea de base de la izquierda del Eixample de Barcelona presenta 70 enmiendas.
A partir de aquí es donde Vila critica el comportamiento de una parte de la ANC. "Todo eso contrasta con la campaña de voto en contra, que es de bloqueo y de uno no en todo desde un buen comienzo. Se pide que se vote en contra de eso cuando todavía está en construcción", opina el coordinador de la Comisión de Incidencia Política, que le hubiera un "debate sereno". "En los cambios de estatuto se aborda lagunas normativas detectadas, que generan confusión y que hay que cambiar. No tiene la misma situación la ANC del 2012 que la actual", opina Vila, que cree que no se ha digerido que la figura de Lluís Llach representara la voz contraria a la lista cívica en el anterior mandato.
El manifiesto del sector crítico que acusa Llach de "falta de consenso"
En este contexto, entra en juego el sector crítico de la actual dirección de la ANC. Uno de los que representa este sector es el secretario de la entidad Josep Costa. El abogado y exdiputado de Junts per Catalunya acusa a la dirección de Lluís Llach de actuar "sin consenso". "No se ha negociado nada y el grupo mayoritario iba con una propuesta que había hecho de fuera de la ANC, que es Moviment per la independencia, formado por los que dicen que son fundadores de la Assemblea," acusa Costa. El abogado asegura que desde este sector se considera que la independencia "no va tan deprisa como se había previsto" y que por eso consideran que "hace falta un cambio para dar una estructura más duradera". "Eso en la práctica es cambiar la filosofía organizativa de la ANC, que se había concebido para que no pueda controlarse a través de ningún partido ni grupo organizado", asegura Costa.
El secretario de la ANC explica que había habido una serie de documentos que se habían hecho en anteriores mandatos para "hacer mejoras técnicas". "Ahora se ha hecho un decreto ómnibus que mezcla mejoras técnicas de consenso con unos cambios para controlar la ANC mejor", acusa Costa, que critica que no se haya hecho un grupo de trabajo para negociar o que no pase por las comisiones del secretariado competente. "Se pasó el rodillo con unas mayorías que no son cualificadas que prevé la reforma de los estatutos", afirma, asegurando que el secretariado lo aprobó con una treintena de votos.
Por eso, hace unos días, Costa, junto con más de 200 adhesiones, impulsó un manifiesto pidiendo el voto en contra de los socios a la propuesta de reforma de los estatutos y que "inmediatamente" el secretariado nacional impulse un grupo de trabajo abierto a las asambleas de base y a antiguos cargos de la entidad a fin de que se recojan todas las propuestas de mejora y se impulsen las que generan consenso. De hecho, en el manifiesto se subraya que unos cambios "tan importantes solo se tendría que plantear si son fruto de un amplio consenso". "Nos hemos encontrado con una propuesta ya redactada y la controversia que ha generado", aseguran los críticos con Llach, que lamentan que la asamblea general sea de forma virtual.
Tal como van las cosas al país, es obsceno dedicar tantos esfuerzos a continuar el potineig y las maniobras constantes para controlar la ANC. Por eso he suscrito el manifiesto que pide no cambiar las reglas de juego sin consenso. Si sois socios, os podéis adherir:
— Josep Costa (@josepcosta) June 18, 2025
salvemanc25@gmail.com pic.twitter.com/JP4CbKPhso
Las principales modificaciones de los estatutos
Durante la asamblea general ordinaria de los socios de la ANC las propuestas se tendrán que votar con más del 65% de los apoyos. También se tendrán que votar las enmiendas vivas y, finalmente, la propuesta definitiva. Entre las propuestas más destacadas hay lo que fue clave para impulsar la lista cívica, que, finalmente, quedó rechazada por los socios de la entidad. Ahora, el artículo 2.4 dice: "La ANC se mantendrá totalmente independiente de cualquier partido político, coalición electoral o grupo de electores y no se presentará a ningún tipo de elecciones". Sin embargo, para proponer la lista cívica, la anterior dirección simplemente lo impulsaba y no participaba directamente. Ahora, se busca evitar interpretaciones de la siguiente forma: "La ANC se mantendrá totalmente independiente de cualquier partido político o federación de partidos, coalición o federación electoral, agrupación de electores o cualquier otra forma de participación en una opción electoral y, además, no la impulsará, ni promoverá, ni se implicará y tampoco se presentará ni directa ni indirectamente a ninguna clase de elecciones. Para poder proponer la modificación de este artículo se necesitará el apoyo mínimo de un 65%, tanto de los miembros del secretariado nacional como posteriormente a la Asamblea General. También hará falta un procedimiento que garantice la igualdad de condiciones en la difusión y defensa de los diferentes posicionamientos".
Otra de las propuestas es recuperar "personas valiosas que hace años que no tienen responsabilidad" y permitir que antiguos cargos se puedan volver a presentar como secretario pasados dos mandatos. Otro cambio recae en las asambleas de base para "facilitar su agrupación, mantenerlas activas y reactivar las que no están operativas", además de aumentar el mandato a tres años y posibilitar volver a presentarse. Asimismo, la otra propuesta más polémica es a la hora de escoger los cargos orgánicos. Si bien ahora es necesario el apoyo del 2/3 de los secretarios para ser presidente, vicepresidente y tesorero, lo que se propone es mantener la necesidad de los 2/3 durante las primeras segundas votaciones. Si hay una tercera votación, solo se necesitaría la mayoría absoluta. El quinto punto relativamente polémico es que la gestión de los gastos de base se tendrán que hacer con "criterios racionales, sometidas a los objetivos propios de la asamblea". Una forma, apuntan a los críticos, de "controlarlas".