"La manera de actuar de Amnistía Internacional no tiene plazos, puede ser lenta pero segura". Así se defiende la organización de las críticas recibidas este jueves al considerar que ni los Jordis ni el Govern encarcelado son "presos de conciencia" —concepto utilizado por la ONG en lugar de 'presos políticos'.

Fuentes de la organización en Catalunya han asegurado a El Nacional que mantienen este posicionamiento, pero que puede cambiar en un futuro. "Hoy por hoy, no los consideremos como tal". Amnistía recuerda que los procedimientos judiciales acaban de empezar y, por lo tanto, no tienen acceso "a la información pertinente".

Sin embargo, a los acusados se les imputan delitos muy distintos. En cuanto al de sedición, AI se moja más y pide que se retiren estos cargos a los Jordis. En el caso del delito de rebelión —del que se acusa al Govern—, avanzan que "parece que no se cumplen los requisitos de violencia que implica" pero piden tiempo para ver cómo avanza la investigación judicial antes de hacer un posicionamiento firme. "No quiere decir que esperaremos a que el juicio acabe, pero sí a que el caso esté más avanzado", aclaran.

Desde la organización, también diferencian especialmente los dos casos, el de los Jordis y el del Govern. "Los primeros son considerados sociedad civil, pero los consellers son políticos y tienen un grado de reproche penal más elevado", argumentan.

Sobre la polémica por el uso del concepto 'presos de conciencia' o 'presos políticos', AI acepta que, cuando la sección ha utilizado 'presos políticos' en algunas de sus comunicaciones, lo ha hecho de manera "errónea", ya que no equivale al término 'presos de conciencia' y a nivel internacional no está reconocido.