La cabeza de lista del PP catalán a las elecciones españolas por Barcelona, Cayetana Álvarez de Toledo, ha prometido "firmeza" para combatir el independentismo si los populares son capaces de gobernar después del 10 de noviembre y ha garantizado que el PP no repetirá la estrategia que había mantenido hasta ahora en Catalunya, que ha considerado errónea. "Hemos cometido errores, pero se han acabado los errores", ha dicho en Castelldefels, donde el PP ha empezado la campaña electoral con el presidente del partido, Alejandro Fernández, y otros miembros de la lista de Álvarez de Toledo, como el exalcalde de la localidad, Manu Reyes, que es el número tres de la candidatura. También ha acudido el líder del partido al Ayuntamiento de Barcelona, Josep Bou, y el secretario general del PP català, Daniel Serrano.

Álvarez de Toledo se ha reivindicado como candidata de los "desamparados y marginados" en Catalunya, en referencia a los catalanes no independentistas, y ha pedido tener confianza al PP para "acabar con la alianza del socialismo y el nacionalismo". "Es la gran alianza del socialismo y el nacionalismo la que ha lastrado la democracia española", ha asegurado, y ha acusado al PSOE de practicar una política de "abdicación y apaciguamiento" ante el nacionalismo. Por eso, ha apostado por dar "voz, visibilidad, fuerza y poder" a los catalanes no independentistas, pero ha reclamado votar al PP con el fin de conseguirlo y para que al presidente español en funciones, Pedro Sánchez, "le salga el tiro por la culata" por haber llevado el país a una repetición electoral.

Su receta para Catalunya, pues, es una "política de firmeza, un plan para que el Estado vuelva a Catalunya y un plan para que todos aquellos demócratas que se han sentido marginados durante mucho tiempo tengan fuerza, poder e incentivos". Eso, ha defendido, es incompatible con el hecho de que el PSOE siga en el gobierno del Estado y pacte con partidos independentistas, por lo cual ve en estas elecciones "el final de la tragedia y el inicio de una nueva etapa" liderada por el PP y su presidente, Pablo Casado. No obstante, ha admitido que necesitan "un empuje" para arrancar La Moncloa a Sánchez.