La escuela catalana de Sallagossa Jordi Pere Cerdà, en la Alta Cerdanya (Francia), ha puesto en marcha el curso escolar con más alumnos que en años anteriores a pesar de los problemas económicos que tienen a causa de la pérdida de subvenciones. Este centro es el único de la llamada Cerdanya francesa que utiliza el catalán como lengua vehicular para impartir los estudios. El centro tiene la particularidad de que es privado, pero sin ningún ánimo de lucro, y es una asociación educativa impulsada por padres que quieren que sus hijos hablen catalán.

El centro, que se puso en marcha el año 2012, acoge las etapas de infantil y de primaria con niños y niñas que provienen de ambos lados de la frontera y de todo el valle, desde Alp (Cerdanya) hasta La Llaguna (Conflent). En la apertura de la escuela se inscribieron 16 alumnos y ahora cuatro años más tarde han llegado a empezar el curso con 42 escolares, a los que se añadirán dos más en enero.

El presidente de la Associació Educativa Jordi Pere Cerdà, Eric Planes, ha señalado que la financiación de la Associació está "dividida en cuatro partes", una parte "la asumen los padres", otra parte "la región", otra parte "el consejo territorial", y finalmente una parte "la Generalitat de Catalunya". No obstante, la dificultad con que se ha encontrado la escuela este año, según Planes, es que se ha perdido una de las ayudas económicas que prestaba el Estado francés y que servía para pagar a una de las auxiliares del centro. A pesar de no perder la esperanza de encontrar parte de esta financiación, Planas apunta que "el déficit es de unos 10.000 euros de unos 125.000 euros de presupuesto que tiene la Associació por año".

La directora del centro, Sònia Farrero, asegura que "la mitad de los alumnos que acuden hablan catalán normalmente y la otra mitad hablan francés". La escuela utiliza el catalán como lengua vehicular, aunque el francés también está muy presente. Farrero explica que la escuela tiene dos maestras tutoras en lengua catalana, una auxiliar en catalán, una tutora en francés, y una auxiliar en francés. Con este modelo, los alumnos, cuando finalizan la primaria pueden decidir si quieren seguir estudiando en Francia o acudir a un centro en Catalunya.