Ante las manifestaciones de homofobia, desde la capital española responden blandiendo una vez más la campaña de la supuesta madrileñofobia. Lo ha hecho hoy el alcalde de Madrid y portavoz estatal del PP, José Luis Martínez Almeida, después de la brutal agresión en el barrio de Malasaña. Primero intentó desvincularlo del discurso de la extrema derecha de Vox de quien depende para gobernar -- "es excesivo" --, y ahora retuerza los datos del Ministerio del Interior para señalar a Barcelona. Ha adelantado que "las comparaciones son odiosas". Pero lo ha hecho.

Lo ha hecho en una entrevista en Telemadrid este miércoles. "Cuando se produce el asesinato de Samuel en la Coruña, la manifestación es en Madrid contra Isabel Díaz Ayuso", ha denunciado Almeida, que ha insistido en este hilo argumental: "Cuando se produce una agresión homófoba en Huelva, Rita Maestre (Más Madrid) le echa la culpa al alcalde de Madrid". Y ha remachado: "Es constante el señalamiento hacia Madrid. Y nadie duda de la entidad y la gravedad de estos hechos, pero yo me voy a los datos del Ministerio del Interior, de Fernando-Grande Marlaska. Y es aquí donde ha disparado.

El alcalde de la capital española ha señalado que, según este informe, en 2019 hubo 40 agresiones homófobas en Madrid y en 2020 también 40. "Según los datos del Ministerio del Interior, no se puede calificar Madrid como una ciudad homófoba como se está haciendo desde la izquierda", ha asegurado. Acto seguido, el dirigente del PP ha añadido: "Entre otras cosas, porque las comparaciones son odiosas. En Barcelona, con menos población, en 2019 hubo el doble de agresiones homófobas (79) y en 2020 hubo una tercera parte más de agresiones homófobas (52)". Y se ha preguntado: "Entonces, ¿por qué siempre se habla de Madrid por parte de la izquierda?".

Sánchez promete contundencia

Mientras tanto, el presidente español Pedro Sánchez promete contundencia contra las agresiones homófobas. En el marco de una reunión de los grupos parlamentarios socialistas, en la sala Ernest Lluch del Congrés, el mandatario ha asegurado que desde La Moncloa pondrán en marcha todas las herramientas posibles para evitar nuevos episodios como los de las semanas pasadas. De hecho, para el viernes ha convocado la comisión de seguimiento del plan de lucha contra los delitos de odio y hoy ha garantizado que harán los cambios que sean necesarios "para que los grupos que quieren devolver el odio a las calles de España no tengan ninguna opción de conseguirlo".

"No daremos ningún paso atrás, al contrario, seguiremos avanzando en la tolerancia, el respeto y la integración de la diversidad. En España no hay lugar para el odio", ha defendido el presidente del Gobierno. Ha recordado un estudio internacional, hecho público la semana pasada, que indica que en España un 91% de los ciudadanos no tendrían ningún problema con el hecho que un familiar o ser querido se declarara homosexual. Un dato que, ha contrapuesto, contrasta con el 66% en Estados Unidos o el 57% en Francia. "Esto es España, el país más tolerante con la diferencia y más exigente con la igualdad," ha remachado.