El diario de Kiel, la capital de Schleswig-Holstein, analiza hoy en un artículo el alivio que está teniendo Alemania después de que el Tribunal del land ha decidido no extraditar al president en el exilio, Carles Puigdemont, por la acusación de rebelión.

Puigdemont tiene las simpatías de la gente de la calle, en Alemania, recuerda. "La opinión pública [alemana] se preguntaba por qué las autoridades alemanas estaban tan ansiosas por encarcelar al catalán, que era buscado por toda Europa desde que cruzó la frontera", señala el jefe de redacción del Kieler Nachrichten, Christian Longardt.

A su entender, con la resolución del tribunal diciendo que no existe rebelión este malestar se ha calmado. "La decisión que se ha tomado no sólo alivia la preocupación de muchos catalanes, sino también la de la mayoría de los políticos del Parlamento del land. Se ha rechazado la principal acusación, de rebelión, y el único motivo de extradición sería el delito de malversación, menos grave", señala.

Según el articulista, al gobierno de Angela Merkel le sacarían ahora también un peso de encima si la defensa de Puigdemont recurre al Tribunal Constitucional de Karlsruhe, y este toma la decisión final. "Si Karlsruhe da luz verde, Berlín estará encantada de deshacerse finalmente del problema [de la extradición] de Puigdemont", concluye.

No contempla la posibilidad que se apunta en Madrid que el juez Pablo Llarena decida ahora retirar la euroorden.