Protecció Civil trabaja para ajustar las medidas anti-Covid-19 para este otoño e invierno. Y lo hace, sobre todo, con la vista fijada en Navidad. Las fiestas, donde se sale más para hacer compras, hay comidas familiares y aglomeraciones de actos como pueden ser las cabalgatas, preocupan a los técnicos de Protecció Civil, que trabajan para evitar los contagios al mismo tiempo que quieren garantizar que las relaciones sociales habituales de estas fiestas, que afectan muy directamente, también, a las criaturas.

La gestión de Protecció Civil es clave y, de hecho, ha sido el departamento mejor valorado por la ciudadanía en la gestión del Covid con un 7, según el CEO, por encima de la gestión de las residencias del Departament de Benestar i Família, que suspende con un 4, la vuelta a la escuela de Ensenyament, con un 5'29, o la atención sanitaria, que se valora con un 6.

"Nos encontramos en un punto que creemos que es importante, que es un momento estratégico de cómo puede evolucionar la emergencia los próximos meses", dice Sergio Delgado, subdirector de Protecció Civil de la Generalitat.

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El PROCICAT no quita la mirada de las fiestas de Navidad. Son claves y, aunque ahora la limitación de los encuentros en el ámbito familiar y de ocio es de 6 personas, la cifra se podría modificar según situaciones, zonas y tipologías. Pero mientras no se concrete Delgado hace incidencia en que "hay una serie de hábitos en el ámbito privado que se tienen que poder corregir, sobre todo en relación con la mascarilla y el contacto con personas del entorno más próximo."

Ahora mismo, aunque la gran parte de la ciudadanía sigue las medidas correctamente, todavía hay personas que se bajan la mascarilla cuando van por la calle y hablan por teléfono, o que se la quitan cuando están sentados en una mesa de un bar o en encuentros familiares con hermanos, padres, primos y familiares que no ven cada día, sino de vez en cuando. En este sentido, se ha detectado "una dificultad para mantener las pautas".

También preocupa la llegada del frío y con él, la substitución de los actos en espacios al aire libre por actividades o encuentros en espacios cerrados. "Han empezado las escuelas y llegan fechas especiales que comportarán un cambio de hábitos como el Día de Todos los Santos y Navidad", explica Delgado. Ahora se trabaja con la previsión que ha aportado la experiencia de los últimos meses, desde el mes de marzo. La reducción de 10 a 6 personas en los encuentros puede ayudar a concienciar todavía más a la gente en el ámbito privado. "El punto de relajación no está en el cine, ni en las actividades, está en el ámbito privado. No queremos criminalizarlo porque entendemos que es muy difícil aplicar esta normalidad en el entorno familiar", explica Sergio Delgado.

La paradoja de viajar en transporte público, pero no ser más de 6 en la mesa

En Protecció Civil son conscientes que pedir no ser más de seis en encuentros familiares y de ocio choca con el hecho de ir cada día a trabajar en transporte público, donde es difícil mantener las distancias. En este sentido, Delgado, explica que "en el transporte, es evidente que es un espacio cerrado con gente y que no se puede garantizar la distancia ideal que nos gustaría a todos pero también es verdad que es un espacio donde hay un cumplimiento muy generalizado de los ciudadanos de las medidas".

"¿Nosotros querríamos que en el transporte público pudiera haber un metro distancia? Sí. ¿Es el escenario ideal? No.", matiza Delgado.

metro coronavirus Barcelona EFE

"El problema es que en el espacio privado nos quitamos la mascarilla y tenemos contacto físico. Tenemos una actividad que es de más riesgo en el sentido que no hacemos uso de las medidas de prevención", y según el Departament de Salut, en los encuentros familiares ocurren una parte importante de los contagios. En el trasfondo de todo está la economía: "Estamos apelando a poder adaptarnos a esta dificultad para poder mantener la actividad social y que esta actividad social no afecte, de rebote, a las actividades económicas".

Delgado, sin embargo, admite que son conscientes de que "el ciudadano puede percibir incongruencias cuando subimos los aforos de cines, teatros y auditorios al 70% y bajamos las reuniones o encuentros a 6 personas". "Si nosotros somos asintomáticos y llevamos el virus, el virus no se queda fuera de casa", explica Delgado para que la ciudadanía tome conciencia.

¿Cómo vendrán los Reyes de Oriente?

"Tenemos que empezar a pensar cómo pasaremos esta Navidad y la ciudadanía tiene que tomar conciencia de que las cenas y comidas con la familia no serán como habitualmente y, de hecho, tendrán limitaciones", explica Sergio Delgado. Será una Navidad de 'cada oveja en su corral' pero el departamento de Interior quiere velar por la seguridad colectiva y que no se dejen de hacer actividades porque psicológicamente la ciudadanía no puede sufrir más.

A menos de dos meses para la Navidad, Protecció Civil quiere preparar a la ciudadanía. Se trabajará con pautas muy concretas. "Tenemos que hacer el esfuerzo de establecer pautas para ayudar a la gente en cómo aplicar las medidas. Que identifiquen bien cuáles son los momentos de riesgo. Somos conscientes de que hay un cansancio y algunas medidas, si no las explicamos bien, puede haber una cierta incomprensión porque se limita el ocio pero la actividad laboral continúa igual".

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Cabalgata Barcelona 2019

Las ferias, las cabalgatas, las actividades infantiles o incluso los pajes reales que recogen las cartas están bajo el análisis de los técnicos para tratar de apartar la Navidad de la Covid-19: "También trabajaremos para que los ayuntamientos y las actividades se puedan adaptar y puedan tener pautas y protocolos para hacerlas con seguridad. "Tenemos que intentar hacer lo que se pueda hacer, porque como sociedad lo necesitamos pero lo tenemos que adaptar todo".

Sobre las comidas navideñas, Delgado abre la posibilidad de adaptar los seis comensales a cada situación: "Tenemos que evaluar el impacto de la reducción de 10 a 6. Tenemos que hacer un trabajo de afinar muy bien este número 6, qué quiere decir y tener margen suficiente para ajustar este número 6, que ahora es estándar en diferentes situaciones. De aquí a Navidades trabajaremos para ajustar la medida y si podemos encontrar una cierta compatibilización con el riesgo epidémico".

"No será una Navidad estándar sino que es que hay un cambio muy positivo", sentencia Delgado. Pero matiza que "los niños tienen que poder ir a ver a los reyes, se tienen que poder comprar regalos, pero se tendrán que evitar las aglomeraciones".

La llegada de los Reyes de Oriente tendrá que ser diferente y la entrega de las cartas a los carteros reales, también. Pero desde Protecció Civil se mantiene que no hay que suspender estos actos, sólo evitar el contacto físico y, este año, las tradicionales fotografías de las criaturas sentadas en el regazo de Reyes y pajes.

Cómo pueden afectar psicológicamente a la ciudadanía las medidas

"Queremos que se pueda hacer la parte social, pero se tiene que hacer con una cierta adaptación. Queremos que se puedan hacer reuniones familiares. Es un tema que nos preocupa. Miramos nuestro entorno más inmediato, viendo como están en Madrid, en Francia... Queremos explicarlo muy bien para que la gente le encuentre la lógica, no se desanime y quiera dejar de cumplir las normas porque son aleatorias o improvisaciones", expone Sergio Delgado.

"Queremos que la gente quiera hacer ocio. La medida que fulmina el ocio es el confinamiento", especifica el subdirector de Protecció Civil.

Sobre la suspensión de fiestas y actos por parte de los ayuntamientos, Delgado recuerda que "se hicieron los planes de cultura para concretar cómo aplicar las medidas para que se haga cultura y ocio. Hemos querido dar pautas al sector y a los ayuntamientos. Cuando un ayuntamiento suspende actividades, no les podemos obligar a no suspenderlas, pero sí que pensamos que se tienen que poder hacer actividades".