La plataforma del Consejo de Europa dedicada a la libertad de prensa y la seguridad de los periodistas ha emitido una alerta sobre la situación del periodista vasco Pablo González detenido hace once días en Polonia bajo la acusación de espionaje. Esta plataforma ha reclamado información a las autoridades polacas sobre la detención de González llevada a cabo por agentes del servicio de contraespionaje de aquel país en la frontera con Ucrania mientras cubría la crisis de los refugiados provocada por la invasión rusa. Desde el Parlamento europeo, diferentes eurodiputados han hecho llegar hoy una carta al comisario de Justicia, Didier Reynders, reclamando su intervención. Por el contrario, la embajada española en Polonia se mantiene en silencio en relación a este caso, aunque la defensa del periodista ha requerido la colaboración del consulado para que se les facilite la posibilidad de visitarlo en la prisión después de once días sin noticias.

El Consejo de Europa ha respondido con esta alerta a los llamamientos de la Asociación de periodistas vascos, Kazetariak, que ha tildado la detención de insulto imperdonable a la democracia y ataque directo e inadmisible contra la libertad de prensa y el derecho a la información. González, hijo de padre ruso y madre española, trabaja como periodista en el este de Europa y cubría la crisis de los refugiados para el diario Público y para La Sexta cuando fue detenido en la ciudad de Przemsysl. Desde su detención el periodista se encuentra en la prisión de máxima seguridad de Rzeszów, acusado de ser agente de la Dirección Principal de Inteligencia del Estado Mayor de la Federación Rusa. "Llevó a cabo actividades para Rusia utilizando su condición periodística. Como resultado, pudo moverse libremente por Europa y el mundo, incluidas las zonas afectadas por conflictos armados y zonas de tensión política", aseguran a las autoridades polacas en un comunicado que hicieron público el viernes pasado. Las acusaciones de espionajes están castigadas con penas de hasta 10 años de prisión en Polonia, según el comunicado. De momento, se ha decretado la prisión por 10 meses.

Alerta de nivel 1

Las alertas publicadas por el Consejo de Europa en la plateforma de seguridad de los periodistas se notifican a las autoridades afectadas para que den respuesta sobre la situación del periodista implicado y detallen las acciones que se están llevando a cabo en relación al caso. La alerta que se ha aplicado al caso de González es de nivel 1, que cubre las violaciones más graves y perjudiciales de la libertad de los medios. Desde la defensa de González se ha pedido el apoyo de la embajada española en Polonia para facilitar los trámites y la posibilidad de que su abogado le pueda visitar, pero de momento no ha habido respuesta. Asimismo, se ha reclamado que el periodista pase a manos de la Cruz Roja Internacional para que se pueda acoger a la protección que prevé la Convención de Ginebra en caso de conflicto armado. Su abogado, Gonzálo Boye, recordaba hoy que ya es el undécimo día sin noticias de González.

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Antes de su detención en Polonia el periodista ya había sido interrogado en Ucrania, el 6 de febrero, a raíz de las mismas acusaciones de espionaje que posteriormente provocaron la detención en Polonia. A raíz de aquellos hechos, agentes del CNI investigaron el entorno de González, según reconoció la ministra de Defensa, Margarita Robles, al ser preguntada al respecto por el diputado de Bildu Jon Iñarritu.