La presidenta del comité de Derechos Humanos del parlamento alemán, Gyde Jensen, cree que la Unión Europea tendría que llevar "las dos partes" del conflicto catalán "a una mesa de negociación" y el gobierno de Angela Merkel "tendría que tener" un rol de líder en el impulso de las conversaciones. Sobre todo, teniendo en cuenta que Puigdemont está en Alemania. Según ella, el país germánico "tendría que jugar un rol en la negociación, mediación y discusión entre los dos actores enfrentados" y la UE "tendría que tener un papel más moderado y neutral". En una entrevista en la ACN, la también diputada del partido liberal (FDP) cree que se tiene que poder hablar de independentismo al club comunitario.

Para Jensen, el caso de Carles Puigdemont "es judicial, pero la vertiente política se tendría que solucionar de otra manera, como también en una negociación con la Unión Europea". La diputada en el Bundestag también cree que "la prisión y el silencio no tendrían que ser nunca la última solución", y pone en duda que se respetara la libertad de expresión con la violencia policial durante el 1-O. Aunque evita considerar explícitamente la UE cómplice de la violencia policial el 1-O, cita a un diplomático internacional en Alemania para decir que "siempre que hay silencio, hay complicidad".

Jensen cree que Bruselas "tendría que promover un discurso más positivo" y no se puede apartar una región y la gente que se quiere independizar" de la UE. Si eso pasa, dice la representante en el Bundestag, es porque "no se está entendiendo de qué va la Unión Europea". Jensen considera que se tiene que reflexionar sobre como Alemania y las instituciones comunitarias "pueden evitar este tipo de conflictos y aportar algo positivo a una discusión sobre la secesión". "Eso era un asunto español, pero la UE quizás podría haber dado un paso adelante y haber sentado a los dos actores en una mesa", añade.

Por otra parte, afirma que "el uso de la fuerza" a Catalunya el 1-O "no fue equilibrado". La presidenta del comité de derechos humanos en la cámara alemana cree que la actuación de la policía española podría haber representado una vulneración de "la libertad de expresión". "No tendría que haber una fuerza de un estado que disuada la libertad de expresión", afirma. Jensen también muestra interés en "saber qué dicen los tribunales a nivel europeo, pero también español y alemán". "Hay" que discutir sobre si el uso de la fuerza fue apropiado", puntualiza, y cree que eso vale por cualquier lugar dentro o fuera de la UE "donde la gente intenta defender sus ideas".

Con respecto al proceso judicial de Puigdemont, afirma que el presidente destituido está "en buenas manos" y que su caso es "judicial y también político". Según ella, no será extraditado por rebelión, o su equivalente alemán, alta traición, "porque no utilizó la fuerza" para celebrar el referéndum. Con todo, cree que el tribunal de Schleswig-Holstein se tiene que pronunciar sobre el delito de malversación.