El Govern "populista" de Quim Torra tiene "vocación insurreccional". Así lo ha denunciado este martes el presidente del PPC, Alejandro Fernández, que ha alertado que el nacionalismo catalán ha evolucionado desde los tiempos del Estatut. Es por eso que ha querido alertar que, después de la sentencia del juicio del 1-O, el independentismo prepara una "primavera árabe" para atacar "ferozmente" al Estado español. Ha utilizado este argumento para rechazar cualquier tipo de diálogo con la Generalitat.

En una comida este martes en el Círculo Ecuestre de Barcelona, el líder de los populares catalanes ha advertido contra los "cantos de sirena del falso diálogo" que, desde la buena fe, pueden llevar a recuperar el "método Zapatero", en referencia a la negociación de un nuevo Estatut. Ha situado en este grupo al PSC, los comunes y, también, ERC, que querrían "reeditar el tripartito". Y les ha señalado que el independentismo es un "movimiento populista" que quiere romper la convivencia.

"Intentaron ensayarlo sin éxito este mes de octubre, pero lo volverán a intentar después de la sentencia", ha asegurado Alejandro Fernández, que ha insistido: "Resucitar el método Zapatero es un gravísimo error, porque es el orígen del pueblo. Lo que hizo Zapatero fue decir explícitamente al pueblo catalán que es un sujeto político con derecho a decidir al margen de España".

En la misma línea, Fernández ha alertado sobre una "segunda tentación", la de recuperar el "catalanismo moderado". En este sentido, ha asegurado que "no tiene espacio político ni lo tendrá", porque la obra del catalanismo ya ha acabado y tan sólo les queda un camino: la ruptura con el Estado español. Enfrente de todo eso, ha propuesto una alternativa: "el centro-derecha liberal conservador catalán, que no catalanista".

Fernández ha denunciado la "profunda inmoralidad" del independentismo cuando asegura que la sentencia del Estatut fue un punto de inflexión, o que España se ha construido contra Catalunya. También ha criticado que "la CUP sólo tiene cuatro diputados, pero no les hace falta más, porque los dos últimos presidentes han hecho de cuperos".

El dirigente del PP ha querido certificar que no se sentará a dialogar con el president Torra, para quien el diálogo, según Fernández, "tragárselo entero". Ha denunciado la "retórica cuadillista" de Puigdemont.

Contra Vox

Uno de los temas que ha surgido durante el coloquio, a preguntas de los asistentes, ha sido el trasvase de votos del PP hacia Vox. Ante este fenómeno, el presidente de los populares catalanes ha admitido que no le gusta el partido de Santiago Abascal, aunque tenga "amigos". Lo ha descrito como una "respuesta reactiva a los que quieren destruir el estado de las autonomías, pero desde el otro lado". Frente a las propuestas del partido ultra, ha hablado de definición de las competencias e incluso la recentralización de algunas, que ha defendido con firmeza. Ha añadido que "el populismo no se combate con más populismo".

Con respecto a Ciudadanos, ha lamentado que se trata de un "movimiento de protesta muy eficaz ante el proceso soberanista" y de una "plataforma electoral formidable", pero nada más. "Por desgracia, el centro-derecha en Catalunya hoy sólo tiene cuatro escaños", ha afirmado.

Por otra parte, Fernández también ha rechazado integrarse en la plataforma de Manuel Valls para las elecciones municipales de Barcelona. "Hay espacio político para nosotros. Somos el PP, no haremos una genuflexión acrítica", ha rebatido. Se ha mostrado convencido de que pasarán del umbral del 5% de los votos.