El alcalde de Vilafranca del Penedès, Pere Regull, se ha dirigido a la delegación del Gobierno en Catalunya para pedir explicaciones por la presencia sábado pasado de un centenar de miembros del ejército, uniformados y armados en el interior de un supermercado y tomando alcohol en una terraza de un bar con las armas reglamentarias en el suelo. "Es preocupante que no se haya informado ni al Ayuntamiento ni al cuerpo de Mossos d'Esquadra como se ha hecho habitualmente cuando se hacen maniobras a los municipios de Olèrdola o de Font-rubí", afirma Regull.

Para el alcalde, "no es normal que militares se paseen uniformados y armados por una ciudad sin previo aviso. Ya hemos pedido explicaciones a la Delegación de Gobierno de por qué no se informó para poder comunicarlo a la población". Pere Regull ha explicado que la Delegación del Gobierno "hará sus indagaciones y veremos si genera algún tipo de sanción".