El copy right de gobierno Frankenstein nace de las propias filas socialistas. El concepto lo inventó Alfredo Pérez Rubalcaba, cuando Pedro Sánchez intentó la investidura después de las elecciones de junio de 2016 con un pacto con Podemos, los independentistas y el PNV. A PP y Cs les gustó el término y desde entonces no han dejado de utilizarlo para atacar Sánchez. Hoy, Albert Rivera lo ha recuperado para sentenciarle.

Dirigiéndose a los españoles, el líder de Ciutadans ha celebrado que "el gobierno Frankenstein -resultado de la moción de censura- ha "muerto" y ha emplazado a los electores a evitar que el monstruo "pueda resucitar". Para Rivera, "hoy es un gran día, porque se abre una gran oportunidad y también una gran responsabilidad". Y se ha comprometido a "no dar ni agua a los independentistas".

En este sentido ha llamado a "abrir una nueva etapa después de cuarenta años de bipartidismo de PP y PSOE pactando con nacionalistas" y ha dibujado un futuro donde él pueda volver a levantar España" porque "el futuro está en manos de los que aman, no de los que odian".

A pesar de las críticas al "nacionalismo", "a los que quieren destruir España", "a los que quieren construir muros", Rivera ha tocado el violín cuando se le ha preguntado si en función del resultado, aceptará negociar con VOX. Dice que "sólo pone cordones sanitarios a los que quieren destruir nuestro país", en referencia, únicamente, a los partidos independentistas. Debe de ser que no se ha leído el programa electoral de VOX. Sólo para recordarle, los de Abascal proponen levantar un muro en Ceuta y Melilla y cargarse el actual estado de las autonomías. Todo, enarbolando una bandera española por lo menos tan grande como la de la Plaza Colón.