La asociación de juristas Ágora Judicial ha rechazado la sentencia del Tribunal Supremo que impone la traducción al castellano de las comunicaciones entre los gobiernos catalán, valenciano y balear. Ágora Judicial reprocha al tribunal que ignore la unidad lingüística y la realidad lingüística y sostiene que se ha hecho una interpretación incorrecta de la ley. Así denuncia "la defensa de un inexistente valor superior de la lengua castellana" y que se quiera imponer "una práctica absurda de supremacismo" del castellano.

La entidad denuncia que el alto tribunal se acoge a razones formales, en un exceso reglamentario, porque la denominación de la lengua cooficial no es idéntica. "Creemos que sólo desde un hiperformalismo ignorante de la realidad lingüística se puede llegar a la conclusión de esta sentencia". Así reprocha a los magistrados que hayan ignorado a la Acadèmia Valenciana de la Llengua, todas las universidades del País Valencià y el Comité de Expertos del Consejo de Europa "cuando afirman la unidad lingüística valenciano/catalán, más allá de la denominación formal de la modalidad lingüística en cada territorio". Recuerdan que en todo el mundo jurídico esta unidad ha sido asumida desde hace años.

Supremacismo de la lengua castellana

Ágora Judicial se lamenta de que el alto tribunal esté anclado "en aquella antigua divisoria posición política, ajena a la realidad y socialmente superada, de división y enfrentamiento lingüístico catalán/valenciano" y califica de "devastador" el efecto de la sentencia al entender que se ha dado la imagen de una justicia retrógrada que ignora los derechos lingüísticos de los ciudadanos, de una justicia que "impone una práctica absurda de supremacismo de la lengua castellana de una manera burocrática y superficial".

En este sentido, la entidad entiende que se ha impuesto una injustificada restricción del uso de las lenguas minoritarias, contraria a lo que establece la Carta Europea de Lenguas Minoritarias.