Hace cuatro años Ada Colau ganó las elecciones en Barcelona contra todos los pronósticos. Incluso contra los suyos propios. Los comunes ganaron sobre todo gracias al apoyo obtenido en Nou Barris, el único distrito -junto con Ciutat Vella- donde superaron el 30% de los votos. Desde 2015, sin embargo, los comunes han ido perdiendo votos a costa de los socialistas -en las generales- y de Ciudadanos -en las catalanas-. Este sábado, la actual alcaldesa ha vuelto al corazón de Nou Barris de la mano de Pablo Iglesias para alzar nuevamente la bandera de la lucha de clases y entonar de nuevo el 'Sí se puede'.

pablo iglesias en comu podemos marina fernandez

Colau prefiere los mítines en la calle que los debates contra sus contrincantes en las urnas y las entrevistas con medios de comunicación, que concede en cuentagotas. Su equipo de campaña ha escogido con precisión los mejores escenarios. Y el de hoy era uno de los grandes baluartes. "Ada se queda", ha gritado la Plaza Ángel Pestaña del barrio de la Prosperidad durante un acto que se ha alargado una hora y media y donde los discursos han apuntado contra el poder, contra la derecha, contra los tecnócratas, contra la banca y también, y sobre todo, contra el PSC y ERC, a quienes se ha acusado de haberse vendido el alma de izquierdas.

El mensaje esencial de los comunes es reivindicar el auténtico pedigrí de izquierdas y presentarse como los únicos garantes de abanderar gobiernos progresistas. Cualquier otra alternativa, aseguran, abre la puerta a la derecha. Lo ha advertido Iglesias, quien ha acusado directamente al PSC de "no representar a su gente, aquella que tantas veces les ha votado", porque abren la puerta a pactar con Valls. Y lo ha rematado añadiendo que "hay una cosa que saben todos los progresistas en Barcelona, hayan votado al PSC o a ERC, que la única garantía para seguir haciendo políticas de izquierdas es que Colau siga siendo alcaldesa".

Ella le ha recogido el testigo, recordando desde encima del escenario que "yo he parado desahucios con mi propio cuerpo aquí en Nou Barris". Y advirtiendo que no aceptará lecciones de nadie. Ha invitado a ERC a recordar qué significa ser un partido de izquierdas y ha desafiado a Maragall a "dejar de decir que quiere pactar con Artadi (JxCat)". Pero también ha tenido cartuchos para los socialistas, especialmente para quien durante un año y medio fue su número dos en el gobierno municipal de Barcelona, Jaume Collboni. "Le digo que con Rivera no y con Valls tampoco", y ha advertido a los socialistas catalanes que "el 28-A tuvieron muchos votos prestados, que no se olviden".

En Nou Barris, no hace ni quince días, el PSC dobló en votos a los comunes. Que Colau revalide la alcaldía dependerá de si puede cambiar esta tendencia.