El día siguiente que la militancia de Junts votara a favor de salir del Govern por el incumplimiento de los pactos en el eje nacional por parte de Pere Aragonès en este año y medio de legislatura, Ada Colau ha querido salir a valorar los últimos acontecimientos, lamentando que tanto ERC como Junts han puesto por encima de los intereses de sus partidos de los de su país. La alcaldesa de Barcelona ha lamentado esta crisis de Govern "sin precedentes, en unos términos que no habíamos visto nunca,", pero que no tuvo efectos, según su opinión, sobre la opinión de la población de Catalunya, que "no estaba pendiente". Para Colau, la ciudadanía tiene otras preocupaciones como "hacer la cena o ir a buscar a las criaturas del colegio" y ya no está interesada en el Govern de la Generalitat, que en los últimos meses ha sido protagonizado por las disputas entre los socios de Govern.

 

Los comunes, potenciales socios de Aragonès

Colau también ha pedido tanto a ERC como a Junts que hagan un esfuerzo por superar las batallas entre los partidos y los discursos que dividen entre ganadores y vencidos, en respuesta a las polémicas declaraciones de Laura Borràs, gran defensora de salir del Govern, que después de que se conocieran los resultados dijo que Junts era el ganador y Pere Aragonès el perdedor. Aparte de eso, sin embargo, Colau ha querido hacer un llamamiento a ERC, que ha reconocido a través de la consellera Laura Vilagrà que los comuns son uno de sus potenciales socios en esta nueva etapa, a quien le ha recordado que con la salida de Junts se abre una nueva posibilidad de conseguir lo que ella denomina "mayorías progresistas". En este sentido, se ha dirigido a Aragonès para ofrecerle su colaboración, siempre que el Govern no sea "débil".

Colau se ha referido también a la negociación de los presupuestos, que el conseller Jaume Giró ya había empezado a negociar con los comunes y aseguraba que iban en el buen camino, reiterando la importancia de que todas las instituciones empiecen en el 2023 con las cuentas aprobados. Hay que recordar que los presupuestos de la Generalitat se aprobaron con el apoyo de los comuns, después de que ERC diera el suyo sí a los de lo Ayuntamiento de Barcelona, a pesar de que, Ernest Maragall se había negado.

No es un cheque en blanco para Aragonès

Por su parte, la líder de los comunes en el Parlamento, Jéssica Albiach, también ha hecho un gesto al president del Govern pero ha advertido que no le entregará un cheque en blanco. "La mayoría no se decreta; la mayoría se negocia, se construye", ha afirmado Albiach, después de haber reunido de forma extraordinaria a la ejecutiva para valorar los escenarios después de la ruptura del Govern. La presidenta d'En Comú Podem ha aconsejado a Pere Aragonès que asuma que se encuentra en una situación de "debilidad" y le ha reclamado que haga una ronda de contactos porque es su responsabilidad "articular una mayoría progresista parlamentaria". También ha negado que el debate sea ahora si los comunes entran o no al ejecutivo, sino si el jefe del Govern es ahora capaz de articular una mayoría estable.