El abogado Paul Bekaert, encargado de la defensa de Carles Puigdemont en Bélgica, se ha mostrado convencido de que España sabía que Bélgica no extraditaría al president y por eso anuló la orden de detención internacional.

En una entrevista publicada en La Directa, Bekaert asegura que "hubo contactos entre las fiscalías belga y española, donde la fiscalía belga les convenció de que Puigdemont y los otros consellers serían considerados impunes como consellers en funciones y, por lo tanto, su extradición sería rechazada por los tribunales belgas". "Una vez entendido que perderían el caso, la fiscalía española decidió retirar la orden de detención europea", añade.

El abogado, que asegura que las extradiciones "por una orden de detención europea se aplican en un 99 por ciento de los casos", recuerda que, en todo caso, se tiene que cumplir el "criterio de doble incriminación", es decir, que los delitos tienen que existir en los dos países. Esta fue "la esencia de la defensa", porque los hechos de los que se acusa Puigdemont no son sancionables en Bélgica porque, "según la Constitución belga, simplemente no se puede sancionar un cargo público por todo lo que hace en el ejercicio de su función: expresar opiniones, votar o aplicar una ley".

De hecho, Bekaert pone un ejemplo lo bastante claro: "Si el parlamento flamenco hubiera organizado un referéndum sobre la independencia de Flandes y consecuentemente la hubiera proclamado y ejecutado, ni con todos los esfuerzos del mundo podrías meter a los ministros en prisión", ya que el máximo que se podría hacer es "ir al Tribunal Constitucional y anular la decisión por ser inconstitucional".

"Franco sigue vivo"

Siempre según la entrevista mencionada, Bekaert asegura que en el Estado español, "cuando se trata de la unidad de España, Franco sigue vivo", porque el referéndum, "indiferentemente de si era legal o ilegal, no se podía detener con violencia". "Estoy seguro de que esta mentalidad anticatalana, que existía durante el franquismo y que se quedó bajo la superficie durante muchos años, ha ido resucitando recientemente", continúa el abogado belga, asegurando que "cuando se trata de vascos y catalanes, el Estado español pierde toda la racionalidad".