Vox ha enviado instrucciones internas a sus cargos institucionales para aplicar un auténtico cordón sanitario al PSOE coincidiendo con la celebración del Día de la Constitución. El documento, distribuido por correo electrónico a escala nacional, fija de manera detallada cuál debe ser el comportamiento de alcaldes, concejales y diputados autonómicos según quién gobierne cada administración. El protocolo es rotundo cuando se trata de municipios, comunidades o delegaciones del Gobierno en manos de los socialistas. “Los cargos institucionales de Vox no participarán en los actos oficiales organizados por ninguna administración gobernada por el PSOE o por sus socios separatistas”, señala el texto. En estos casos, los representantes del partido deben grabar vídeos o hacer declaraciones a pie de calle para remarcar que están “con los españoles, no con este gobierno socialista que 'celebra' la Constitución cuando su partido no hace más que pisotearla”. La instrucción se endurece aún más a la hora de señalar la actitud hacia los socialistas: Vox pide a sus cargos que eviten compartir espacios institucionales o, si es inevitable, que no aparezcan en fotografías junto a ediles del PSOE. Estas directrices han generado incomodidad y tensiones en pueblos y localidades pequeñas, donde las relaciones personales a menudo pasan por delante de la confrontación partidista.
Cuando el acto depende de una administración gobernada por el PP, los cargos de Vox pueden asistir, pero el protocolo es claro: deben evitar cualquier imagen conjunta con representantes socialistas. Además, el partido indica el argumentario que deben trasladar a los medios. “Exigimos al PP que deje de pactar con el PSOE el reparto de sillones o le ayude a colocar a los suyos”, dice la nota interna. El único escenario en el que Vox permite participar en los actos sin restricciones es cuando comparte gobierno con el PP. En estos casos, el acto se convoca con normalidad y no se veta la presencia de los socialistas, aunque los dirigentes del partido harán declaraciones para remarcar su posición política.
No fotografiarse ni asistir a ningún acto de "una organización criminal"
Este protocolo refleja la línea marcada por Santiago Abascal, que hace años que no asiste a la conmemoración del Día de la Constitución en el Congreso y que recientemente también ha plantado actos de la Casa del Rey. El líder de Vox justifica estas ausencias porque no quiere participar en ningún acto donde esté presente el presidente del Gobierno si no puede denunciarlo públicamente. En palabras suyas, el PSOE es “una mafia” y una “organización criminal”, y rechaza la idea de que pueda haber un socialismo “bueno”, como defiende una parte del PP.
La estrategia de cuarentena política hacia el PSOE, que Vox intenta trasladar desde las instituciones estatales hasta el municipio más pequeño, ha tensado diversas alianzas territoriales. En algunos ayuntamientos de Castilla-La Mancha, donde los de Abascal gobiernan con el PP, ya se han producido fricciones derivadas de esta línea dura.
