"Mantengo mi confianza en la sabiduría de los principios democráticos que están más allá de la Constitución y un gobierno; está en la sociedad y se impondrá la convivencia.  Esta convivencia de identidades, en España, tiene una grave crisis en Catalunya y es urgente abrir una vía de diálogo. Rajoy y las fuerzas políticas parlamentarias deben tomar la iniciativa política y dialogar, de forma discreta o en público, porque el diálogo es un fin en sí mismo y no sólo un camino”. Así de contundente se ha mostrado el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero al ser preguntado por El Nacional por el paralelismo entre el título de la conferencia que dio anoche en el Club de Encuentro Manuel Broseta de València, “ Democracia y Convivencia”, y la convocatoria de la manifestación convocada por L’Espai Democràcia i Convivència el próximo domingo en Barcelona por los derechos y las libertades.

Zapatero confesó que su palabra favorita es” respeto”. “Es el principio de la democracia, es escuchar, dialogar, no sentirse superior y mirar al otro a los ojos.  Es algo más que tolerancia. La paz es la gran tarea de la política y para que la tolerancia inunde nuestras vidas, no hay nada como el diálogo”. Con un tono humanista, plagada de referencias a Azaña, el expresidente hizo un recorrido y puso nota a distintos aspectos de la convivencia en España durante los últimos cuarenta años: la convivencia ideológica ha sido más que razonable, superando el antagonismo izquierda y derecha”. También la convivencia religiosa y en la racial, dijo, superamos a la primera democracia del mundo, en referencia a los EEUU, donde cada día tienen un conflicto”

“Pero en la convivencia de identidades, en clara referencia a la situación de Catalunya, no superamos con nota”. “Este es el tema que amenaza nuestra convivencia “dijo. E insistió que “sólo el diálogo nos sacará de ésta más allá del cumplimiento de las leyes. La política llega tarde y por eso el derecho penal está ocupando todo el espacio”.

Ximo Puig, mediador en el conflicto

 Zapatero que dijo estar con los constitucionalistas y no escatimó críticas a los líderes del Procés:“los independentistas, antes eran nacionalistas, se llamaban así. Incluso Esquerra Republicana no se ofendía si les llamabas nacionalistas porque la mayoría no son independentistas. Han elegido un camino que no les lleva a ninguna parte y que no lo quiere más de un 20% de la población, de verdad”. “La democracia, dijo, no se puede permitir este fracaso” y volvió a reclamar una mesa de diálogo. Para este fin propuso como mediador a Ximo Puig, presidente de la Generalitat Valenciana, quien hizo de presentador del ponente, y al que Zapatero describió con un perfil contenido, sobrio, creíble y demócrata”. “Te animo Ximo, le dijo, a que hagas una propuesta creativa para evitar que siga la fractura  en Catalunya y se abran puertas al diálogo y a las reformas; porque una reforma de La Constitución daría grandes posibilidades de solución a un conflicto que se inició en 2010 con la sentencia del Tribunal Constitucional, respecto de L’Estatut”. Hay que proponer un programa alternativo al independentismo y hacer una apuesta por la convivencia en una Monarquía federal” concluyó.