Ford pondrá fin a la producción de su planta de Blanquefort (Francia) al fin de agosto del próximo año después de rechazar una oferta del proveedor de cajas de cambios Punch Powerglide para comprar la factoría. Esta noticia se suma a la que avanzaron esta semana algunos medios, que informaban de que Ford recortará también 1.600 puestos de trabajo y suprimirá dos modelos en la planta alemana de Saarlouis.

"A pesar de las conversaciones exhaustivas y rigurosas de los últimos nueve meses y los mejores esfuerzos de ambas partes, el plan propuesto por el posible comprador presenta riesgos significativos", señaló al fabricante norteamericano en un comunicado en el comité de empresa de la compañía. En este sentido, Ford aseguró que los planes de Punch Powerglide no ofrecen el nivel de seguridad o protección que le gustaría a la compañía para sus empleados. En total, trabajan 850 personas en la factoría gala.

Almussafes a la espera

Ford no atraviesa su mejor momento y la caída de las ventas está provocando recortes y ajustes en prácticamente todas las factorías de la compañía, también en la planta Ford en Almussafes. De hecho, el 9 de octubre la dirección de Ford mantuvo en Colonia (Alemania) una reunión con representantes de los comités de empresa de sus plantas de fabricación en Europa a los cuales adelantó que en los próximos meses habrá "decisiones duras" para buscar la rentabilidad, según ha aseverado el delegado de UGT en la factoría de Almussafes, Carlos Faubel. La más dura hasta ahora ha sido la de cerrar la factoría francesa.

En el caso de Ford Almussafes, UGT y la empresa pactaron un ERE temporal de 13 días en motores y 9 en fabricación de vehículos hasta enero que afecta a la práctica totalidad de la plantilla, de 7.800 trabajadores. Sin enmbargo, la factoría valenciana es la mes rentable de Europa.