El Partido Popular es partidario ahora de la recentralización de las competencias educativas "para garantizar una neutralidad ideológica en las aulas" y con el fin de evitar que haya 17 historias de España, una por cada territorio que integra el Estado." Este son algunos del argumentos incluidos a la proposición que quiere presentar al senador del Partido Popular de la Comunidad Valenciana (PPCV), Antonio Clemente ante la reforma de la LLei Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE).

Según el populares "sería el Ministerio de Educación quien dictaría qué se enseña para asegurar esa pretendida homogeneidad a que preocupa en el seno del partido liderado por Pablo Casado. Segú dice municado publicado por los populares valencianos "se tiene que asegurar la libre circulación de familias por el Estado, hoy por hoy amenazada, ya que "la multitud de contenidos pone en "dificultad la vertebración del sistema y la movilidad" familiar

El valenciano como mérito, no requisito

El senador Clemente, también propone reforzar la capacidad de actuación de la Alta Inspección Educativa para que vele por que todos los manuales y libros de texto "cumplan los estándares de calidad, objetividad y rigor". Así, los materiales que no reflejen y forman con respecto a los principios, libertad, derechos y deberes constitucionales" se tienen que retirar.

La propuesta del PP con respecto al uso de las lenguas cooficiales es muy clara, el castellano seguirá siendo la prioritaria. Isabel Bonig, actual líder de los populares ha dicho repetidamente que "cuando recuperan las instituciones" el valenciano "será siempre un mérito y no un requisito imprescindible para acceder a la Administración pública y la empresa privada", ya que eso frena que el talento pueda llegar a los puestos de trabajo público y nosotros queremos los mejores".