El zodíaco es la nueva religión, principalmente, de los jóvenes; y no me extraña lo más mínimo porque, en el zodíaco, todo cuadra y, gracias a él, tenemos respuestas para todo. En un mundo lleno de crisis climáticas, sociales, económicas y existenciales, hace falta el zodíaco para resolver todas estas dudas.

Ya sé que la mayoría de vosotros pensáis que todo esto de los signos del zodíaco es una estupidez; pero entonces decidme cómo os explicáis que Jesús de Nazaret fuera capricornio y no acuario? Como muy bien sabéis, Jesús [en arameo: ישוע (Jesua)] nació un 25 de diciembre en Belén y era terco como una mula: se empeñó en nacer y, como tenía mucha prisa por existir, se metió dentro del útero de su madre sin pedirle permiso y la pobre María no pudo disfrutar ni de una sola noche de pasión. Solo un capricornio es capaz de salir de la nada si se le mete entre cuerno y cuerno. Ahora me diréis que es casualidad que fuera capricornio, ¿no?

Pues sigamos. ¿Cómo os explicáis que todos los acuarios que conocéis sean personas excéntricas, que los géminis tengan doble personalidad, que los sagitarios se pasen la vida viajando y que a todos los libra les guste flirtear? Y ya no os hablo de las cartas astrales, que es algo mucho más complejo porque intervienen muchos más factores. Los signos solares del zodíaco son solo la punta del iceberg del saber universal. A mí me va muy bien el zodíaco cuando alguien me dice de quedar para conocernos. Lo primero que hago es preguntarle qué signo es, y si veo que es un signo que no concuerda con el mío, ya no quedo con él —así me ahorro de malgastar días con una persona que no me aportará nada—. Nunca quedo con tauros, cáncers, capricornios ni con géminis cuando están en la fase depresiva.

¿Cómo os explicáis que todos los acuarios que conocéis sean personas excéntricas, que los géminis tengan doble personalidad, que los sagitarios se pasen la vida viajando y que a todos los libra les guste flirtear? 

Si no me gusta alguien físicamente o no me gusta su olor, también utilizo los signos como excusa para no tener que quedar; en vez de decirle que es feo como un pecado o que huele a patata grillada (que le podría ofender), le digo que nuestros signos solares son antagónicos y que, cuando nacimos, los astros no se alinearon para que nos conociéramos. Lo entienden perfectamente y nunca vuelvo a saber nada más de ellos. Alguna vez me he encontrado alguno por la calle y hacen como si no me vieran o salen corriendo. Así que, ¡funciona! Si, llegados aquí, todavía sois escépticos en lo que respecta al zodíaco, quizás sea porque os hace falta saber que Napoleón Bonaparte y Madonna son leo —no podían ser de ningún otro signo, son ambiciosos y seguros de sí mismos.

Y ahora cambiando de tema, ¿por qué carajo creéis que hay tantos divorcios y separaciones? Ya os lo digo yo: porque, para ahorrarse dinero, la gente no se hace cartas astrales antes de iniciar la relación. Si lo hicieran, verían que no concuerdan ni en pintura. Pero todo el mundo se cree más sabio que los astros. Pues entonces no os quejéis si estáis casados con una persona que no es la que los astros habían preparado para vosotros o trabajáis de algo que no os gusta. A veces, la tacañería sale cara.

Y ahora os dejo un vídeo que hice hace un par de semanas cuando fui a preguntarle a una astróloga si Catalunya sería independiente el año 2023.

Espero que os guste.

¡Hasta el próximo jueves!