La pianista Laura Andrés publicó una story en su Instagram con un teclado Casio con el que tocó el martes en Madrid. Perdonen por la cita vintage, pero se ha escrito y dicho todo ya, en clave seria y de comedia, sobre este Kramer contra Kramer del siglo XXI. Y todo el mundo ha tenido tiempo de argumentar si está a favor de él, de ella, de "todes" o de nadie. Se han hecho tertulias, del corazón y de programas generalistas, que demuestran que la actualidad no es demasiado impresionante, más allá de si hace frío en invierno. Y, mira, yo aportaré un argumento que no es mío, pero me gustaría que lo fuera.

Lo cierto es que una cosa está clara (y no es un juego de palabras). No sabemos qué cantidad, y quizá sea pronto, pero el caso que nos ocupa está generando rendimientos económicos. A todo el mundo. No sé cuánto dinero le ha dado a Shakira y Bizarrap (DJ antiguamente conocido como Gonzalo Julián y a quien también podéis llamar BZRP) la canción de la que todo el mundo habla y canta. Sabemos que supera los 150 millones de reproducciones en YouTube y los 50 en Spotify y lo podéis ir comprobando al instante. Tampoco sé cuál es el impacto publicitario para Casio y Renault, pero una campaña internacional como esta vale su peso en oro. Ni sé qué ingresos le da a King's League la cifra de 1.300.000 espectadores en directo en Twich, pero yo estaría contento.

Entre los ingresos de la canción, por un lado, y el aprovechamiento que se acabará haciendo de Casio o del Renault Twingo, por otro, estamos ante el primer divorcio que da dinero, en lugar de ser una ruina

Hay quien ha realizado cálculos aproximados sobre la canción. Se ha explicado que YouTube paga en base a la publicidad. Que a partir de mil suscriptores en tu canal y 4.000 horas de visualización de contenidos estás en disposición de ser partner y decidir qué anuncios incluyes. Y que la empresa de Google paga 0,00069 dólares por reproducción. Ergo, si hacemos caso a esto, Shakira y Bizarrap llevan ingresados unos 100.000 dólares por esta vía. Que no es una fortuna, pero no se ganan todos los días. Y hay que sumar a Spotify, que ingresa publicidad por los anuncios en la versión gratuita y en la cuota premium paga 0,00032 dólares de media por reproducción, que van a la discográfica y al artista. Tampoco te haces rico, pero súmale 15.000 dólares.

Total, que entre los ingresos de la canción, por un lado, y el aprovechamiento que se acabará haciendo de Casio o del Renault Twingo, por otro, estamos ante el primer divorcio que da dinero, en lugar de ser una ruina. A ver… quizás no hace falta ser tan categórico, porque entre revistas del corazón y sálvames, seguramente no será así. Pero da igual. Voy a la teoría, que no es mía, pero me gustaría que lo fuera. Se ha escrito todo, decía al principio. Todo menos una posibilidad. ¿Y si resulta que Shakira y Piqué, a quien todo el mundo califica, por cierto, como personas muy inteligentes, nos están tomando el pelo a todos? No sé si hay algún guionista capaz de escribir esta historia para ser interpretada en la vida real, pero ¿y si existe este genio? ¿Y si junto al guionista existe un mago de las finanzas capaz de imaginar ese plan de negocio? ¿Os imagináis que ambos se están tomando un café tan tranquilos y tan amigos con una sonrisa en la cara? A mí, que me gusta que todo el mundo haga lo que le da la gana, pero no soporto el conflicto, me gusta pensar que sí.