Showtime estrenó el 30 de junio la serie The loudest voice, basada en un libro de Gabriel Sherman, que cuenta la historia de Roger Ailes, el creador de Fox News, la cadena de noticias del magnate Rupert Murdoch, que basó el éxito en decir a millones de estadounidenses lo que querían oír. De hecho, para decir lo que ha llevado a Donald Trump a la Casa Blanca. Propaganda racista y patriotismo histérico. Se trata, sólo, de reforzar la cosmovisión del americano blanco temeroso de la globalización. Un pensamiento único, sin fisuras, que es exactamente lo mismo que encarna Donald Trump, que acaba de despedir a Dan Coats, el director de Inteligencia, porque ha osado contradecirle en sus mentiras y dijo que Vladímir Putin es un enemigo, Kim Jong-un no es de fiar, Irán cumple el acuerdo nuclear y el cambio climático es una amenaza. Total, que Trump nombrará a John Ratcliffe porque es leal, y así se blinda de la realidad exterior, con fieles a la persona y a la causa. No sea que alguien piense diferente, dude o tenga empatía con los demás.

Pero, en fin, no sufran, esto no sólo ocurre en Estados Unidos. Miren a Ciudadanos. Albert Rivera ha dado un golpe de timón para rodearse sólo de afines. Democracia de pensamiento único. Apología de la gente "leal". No sea que alguien ponga en duda la estrategia del líder. Pero, en fin, no es necesario ir a Ciudadanos. También hemos visto como en el mundo que fue mayoritario en Catalunya, justamente porque cohabitaban desde españolistas liberales a nacionalistas catalanes, quienes no comulgan con todo lo que dice Carles Puigdemont tienen los días contados en la toma de decisiones, no ya en Junts per Catalunya, sino en el propio PDeCAT. No sé si les suenan Marta Pascal, Carles Campuzano o Jordi Xuclà.

Cada uno espera, como de la Fox, que su partido, su diario, su radio y su tele, le expliquen lo que quiere oír

Pero, en fin, no hay que buscar en las cocinas de los partidos. Basta haber visto el debate de investidura vergonzoso que se hizo tres meses ―¡tres meses!― después de las elecciones. Ningún tipo de oportunidad al consenso, ningún tipo de oportunidad al pacto. Pedro Sánchez quiere gobernar solo como si tuviera mayoría absoluta e incapaz de escuchar a los demás. Podemos quiere ministerios y no se conforma con un pacto a la portuguesa. Dos izquierdas incapaces de persuadirse, nadie dispuesto a dejarse convencer. Ni en España, ni en Catalunya, donde vivimos una auténtica guerra de trincheras entre independentistas, así en Twitter como entre los partidos. Los independentistas se matan entre ellos, los no independentistas y los independentistas más de lo mismo, con excepciones que de tan excepcionales le hacen poner las manos en la cabeza al mundo de la pureza. Cada uno espera, como de la Fox, que su partido, su diario, su radio y su tele, le expliquen lo que quiere oír.

Roger Ailes, hemofílico y un auténtico acosador sexual, murió en 2017 de un golpe en la cabeza, pero se debe estar mirando su triunfo póstumo con cínica satisfacción.