Los presos políticos catalanes han ido al Congreso y al Senado a tomar posesión como diputados y senadores y la caverna ha salivado. "El independentismo pasea su esperpento por el Congreso", ha titulado el ABC. "Batet da aire al separatismo al consentir su desafío al Congreso", destacó El Mundo. "Rebelión en las Cortes", ha sido la apuesta del incombustible Paco Marhuenda. A Unamuno le podría recordar día sí, día también, por esa carta a Azorín de 1907. "Merecemos perder Cataluña. Esa cochina prensa madrileña está haciendo la misma labor que con Cuba. No se entera. La bárbara mentalidad castellana, su cerebro cojonudo (tiene testículos en vez de sesos en la mollera)". Y no es sólo la prensa. Porque buena parte de la prensa, lo sabe todo el mundo y es profecía, está muy condicionada por el poder económico y político. Lean El director, de David Jiménez. Por eso los "testículos en vez de sesos" se podrían aplicar al campeón mundial de lanzamiento de huesos de aceituna Rafa Hernando y su "que se joda" a Raül Romeva o el hooliganismo parlamentario de Vox y parte de Ciudadanos.

Xavier Roig ha escrito un libro imprescindible, L’enigma rus, en el que explica Rusia como nunca nadie la ha explicado y donde hace reflexiones que se corresponden como anillo al dedo al episodio vivido esta semana. La primera y más directa es preguntarse qué hubieran escrito los mismos medios de comunicación a los que nos referimos más arriba si fuera en la Duma donde hubieran ido a tomar posesión unos opositores a Putin encarcelados sin haber sido aún juzgados. En Europa, esta Europa que celebra elecciones el domingo sin que el Parlamento tenga que decidir quién manda, porque quien manda son los estados, se le permite al país del rey Felipe "uve palito" lo que la propia Unión Europa no le permitiría a Putin.

Cabe preguntarse qué ha hecho Europa cuando la maquinaria del Estado español ha actuado de manera antidemocrática

El domingo hay elecciones europeas. Es cierto que, sin formar parte de Europa, la represión del 1 de octubre ―y antes― y la venganza posterior de todos los aparatos del Estado hubiera sido aún más dura. Es cierto que ha sido en Europa donde los políticos exiliados, encabezados por un presidente legítimo, han encontrado la libertad. Es cierto que Marchena se siente vigilado en la sala del Supremo. Pero también cabe preguntarse qué ha hecho Europa cuando la maquinaria del Estado español ha actuado de manera antidemocrática. Conviene preguntarse qué ha dicho la Europa del poder ante la España que enreda entre empresas y medios de comunicación y que tiene en duda, por el propio Consejo de Europa, su independencia judicial. Es la España que ha tenido un presidente dimitido por la corrupción de su partido. Un presidente que suspendió una autonomía, cesó su gobierno, echó al jefe de la policía aplaudido por la gestión de un atentado terrorista, disolvió el Parlamento soberano, convocó elecciones, y vistos los resultados, acabó invalidando al candidato ganador, vía manipulación de la justicia.

Esto ha pasado durante la última legislatura europea, ante el silencio vergonzante de la Europa del poder. Y ha pasado también que ahora, por vergüenza, ni el Tribunal Supremo ni la Mesa del Congreso, es decir ni el poder judicial ni el poder legislativo, se quieren retratar siendo los primeros en suspender unos diputados elegidos democráticamente por el Parlamento español. Y ha pasado también que la Junta Electoral y las instituciones penitenciarias que dependen del ministro del Interior, han impedido debates y entrevistas a candidatos a las elecciones a la Eurocámara. Cuando el domingo se abran las urnas y se conozcan los resultados electorales, recuerden esto que ha pasado. Quizás se entiende mejor el resultado.