Maxi Calero, vicentí, hijo de Malcocinado (Badajoz) y una de las almas del Free Junqueras, participa en actos por todo el país donde siempre reclama "no cocerse en la propia salsa, hay que ir a buscar a los que no están convencidos, esa es la parte difícil del reto". La multitud que se moviliza por los presos y exiliados o por el conjunto de los represaliados; aquellos que, por ejemplo, día sí, día también, están delante de Lledoners, perseverando siempre, mostrando su aliento y apoyo, son parte admirable e imprescindible de la actual coyuntura política que pide perseverar.

Pero probablemente, hoy uno de los principales retos del independentismo, del conjunto del republicanismo, es tener una presencia y fuerza institucional mucho más homogénea a lo largo y ancho del país. De hecho, de aquí el mito de Tabarnia. Por eso es tan importante ganar en poblaciones como Sabadell, Badalona, Cerdanyola, Mollet o Rubí, entre otras, por citar algunas ciudades donde ya ganó el conjunto de republicanismo o donde ahora podría ganar. Ganar en todas estas ciudades pide una candidatura republicana inclusiva, o varias, lejos de toda política de frentes. Porque apostar por frentes, especialmente en todas estas ciudades, es jugar a perder. En Sabadell, después de muchos años de reinado socialista, con el conocido alcalde Bustos mandando a tutiplén, se consiguió una mayoría transversal que situó al republicano Juli Fernández al frente de la alcaldía. O en Badalona, con la alcaldesa Dolors Sabater en vez de García Albiol. Rubí, una ciudad metropolitana de más de 50.000 habitantes, está hoy en manos del PSC, aunque en las últimas elecciones municipales la candidatura republicana que lideró Arés Tubau (doblando de largo el resultado del 2011), se quedó a sólo un concejal del PSC, un resultado inédito. Hoy, su sustituto, Xavier Corbera, un magnífico candidato (vale la pena escuchar alguna de sus brillantes intervenciones en el pleno de Rubí) ha presentado sus credenciales para ganar. Y puede ganar. Sería una noticia magnífica que la red de ciudades republicanas en la región metropolitana, donde más piedra hay que picar, se multiplicara. Aquí reside una de las debilidades del movimiento republicano y es precisamente aquí que es imprescindible ganar espacio para avanzar.

Uno de los principales retos del independentismo, del conjunto del republicanismo, es tener una presencia y fuerza institucional mucho más homogénea a lo largo y ancho del país

A menudo, sin embargo, actuamos como si sólo en las regiones metropolitanas hubiera una aritmética electoral de signo españolista. No siempre es así, sólo hay que observar poblaciones de la Costa Brava como Blanes, por mucho que la demarcación de Girona sea mayoritaria y claramente independentista. Pero es que en el corazón del país, en comarcas como el Bages, hay municipios como el Pont de Vilomara i Rocafort, junto a Lledoners, un feudo del PSC donde el 21 de diciembre ganó holgadamente Ciudadanos y donde últimamente se han producido graves agresiones de grupúsculos fascistas, los mismos que espolea Albert Rivera a lo largo y ancho del país.

Hoy mismo, al mediodía, en el Pont de Vilomara, la republicana Estefania Torrente ha presentado su candidatura en un centro cívico lleno hasta los topes. Estefania es una de las jóvenes abogadas que asiste a los presos políticos en el centro penitenciario que hay a poco más de diez minutos, donde han vivido desde el verano los siete presos independentistas que fueron trasladados desde Soto del Real y Estremera. Estefania ya hizo multitud de desplazamientos a Estremera, siempre tan discreta como eficaz. Su llegada fue un bálsamo, especialmente para Raül y Oriol. Una mujer de carácter, incansable, disciplinada, entusiasta, currante. Ojalá Estefania dé un paso de gigante en el Pont de Vilomara. Alguna cosa se mueve, lenta pero inexorablemente, gracias al trabajo sordo y constante, gracias a multitud de personas como Estefania Torrente que lo hacen posible, el trabajo de tantos allí donde más difícil es y al mismo tiempo donde más necesario es, el trabajo impagable que nos tendría que dar una memorable alegría.