Curt de gambals es lo que le dijo el martes el periodista Enric Juliana a Albano Dante Fachin por una carta abierta que Albano había dirigido a Arrimadas y a Albiol. Curt de gambals, en catalán, es una expresión bastante despectiva. Así que decidí leer el presunto libelo de Albano que debía justificar que Juliana le faltara sin manías. Convendremos, sin más, que alguien públicamente te llame estúpido, memo o corto hace pensar que la has dicho muy gorda y que eres merecedor del insulto directo, sin matices, sin pensarlo dos veces.

Me leí el artículo de Albano y no supe ver el qué. Sorprendido, me lo leí una segunda vez a ver si era mi falta de imaginación lo que no me permitía captar la profundidad de análisis de Juliana. O una falta grave. Y nada. Eso sí, el mundo Tabarnia, cuchillo en mano, se ha echado encima de Albano. El Twitter tiene estas cosas, a menudo es como un bar a las cuatro de la mañana, con los clientes arremangándose en la barra y debatiendo enérgicamente.

Acto seguido, recordé una carta de la exministra socialista Elena Salgado que comentaba un artículo de Juliana, una de sus crónicas de ambiente, de esas que parece que Juliana estaba de cuerpo presente escondido bajo la mesa o con la oreja pegada a la pared. Destacaba Salgado "el afán de novelar del señor Juliana" (Salgado es educada y no le dijo tonto ni imbécil) y "las inexactitudes que habitualmente suelta". Finalmente, la ministra se despedía con: "Desearía que mi carta sirva al menos para aclarar algunos temas, aunque seguramente el señor Juliana seguirá encontrando más atractiva su versión novelada".

Servidor tiene el placer de leer a menudo La Vanguardia, que es uno de los diarios mejor hechos de España. En alguna ocasión he consumido con fruición crónicas julianescas, aunque confieso que no soy un entusiasta. La lectura de su relato sobre los días previos a la declaración de independencia me dejaron atónito, lo confieso. Incluso afirmaba que un tuit fue determinante en la decisión del president Puigdemont de no convocar elecciones. ¡Bingo! ¿El astuto periodista se había pasado de listo? La sola insinuación de que Puigdemont tomó una decisión, tan y tan determinante, por un tuit, hace estremecer. Es obvio que este no fue el motivo y también que Juliana es un hombre talentoso que no va faltado de ingenio e imaginación. Otro apunte, que no desdeña otras virtudes: como pitoniso no se ganaría la vida. Aquí admito una abierta discrepancia de fondo y de forma. El 23 de septiembre, 3 días después de que la Guardia Civil asaltara la Conselleria de Economia, auguraba: "Las detenciones y registros practicados han convertido en prácticamente imposible la celebración del referéndum, las autoridades catalanas harían bien en reconocerlo cuanto antes". 

Desconozco si la erudición de Juliana abarcaba la etimología de curt de gambals (apostaría que Albiol y Arrimadas seguro que no) cuando la dirige a Albano o que la expresión tiene dos posibles acepciones. Una de ellas sitúa el origen en la época en que los presos eran enviados a galeras. Los dos grilletes atados con una cadena que eran puestos en las piernas de los condenados para impedir que caminaran con libertad se llamaban, en catalán, gambals. No le pega ni poco ni mucho a Albano. De hecho, Albano no ha elegido un camino fácil y se ha significado por plantar cara a los que lo habrían querido sumiso y dócil. Siempre es de agradecer contar con gente así.

La segunda acepción diría que tampoco le pega a Albano. Hace referencia a las correas que mantienen los estribos sujetados a la silla de montar de los caballos y de aquí se deduce que, si las estriberas son cortas, el jinete no puede mantener la estabilidad encima de la silla de montar y, por lo tanto, cuando cabalga va bailando y dando saltitos como si fuera tonto. No es al azar del viento que ha ligado Albano su destino. Más bien ha tomado partido, al lado de los que el 1 de Octubre estaban en los colegios y el 3 de Octubre en las calles de todo el país. Con absoluta dignidad, mirando a los ojos de todo el mundo y sin estriberas de ningún tipo que lo hagan ir ni con el lirio en la mano ni con ningún puñal, ni por un camino de rosas ni por uno de cardos.