En Catalunya lo bordamos con tantas iniciativas desconocidas, que es una lástima que las ignoremos. Por ejemplo, el trasplante de órganos. También gestionamos de manera única la diversidad religiosa. Y dar órganos tiene connotaciones religiosas que ahora se han explicitado en una guía que será utilísima a los agentes sanitarios. Las religiones tienen mucho que decir ante la donación de órganos. Los católicos, por ejemplo, no tienen ningún problema y lo animan. De hecho, el mismo Catecismo reconoce que "el trasplante de órganos es conforme a la ley moral si los daños y los riesgos físicos y psíquicos que sufre el donante son proporcionales al bien que se busca para el destinatario", y añade que "la donación de órganos después de la muerte es un acto noble y meritorio, que tiene que ser animado como manifestación de solidaridad generosa." Claramente, es moralmente inadmisible si el donante o los legítimos representantes no han dado el consentimiento explícito. El papa Francesc ha dicho que es importante mantener la donación de órganos como "un acto gratuito y no remunerado porque cualquier manera de comercializar el cuerpo humano es contrario a la dignidad humana".

El papa Francesc ha dicho que es importante mantener la donación de órganos como "un acto gratuito y no remunerado porque cualquier manera de comercializar el cuerpo humano es contrario a la dignidad humana"

Los musulmanes en el Corán lo tienen también claro: "Y quien salvara una sola vida, fuera como si hubiera salvado la vida a la humanidad". El Islamic Fiqh Academy dispone que "los órganos del difunto se pueden trasplantar a un paciente, cuando la vida del receptor dependa del trasplante, o si la continuación de las funciones corporales básicas del receptor dependa del trasplante. Sin embargo, eso depende del consentimiento del difunto, o de sus familiares después de su muerte, o de una decisión tomada por los líderes de la comunidad musulmana si el difunto no está identificado o no tiene familiares próximos». Todos estos detalles se incluyen en la guía 'Diversidad religiosa y donación de órganos y tejidos', un documento práctico escrito por Agustí Iglesias, Joan Gómez y Jorge Twose y que está dirigido al personal sanitario de las coordinaciones hospitalarias de trasplantes. El documento ha sido realizado por la Organización Catalana de Trasplantes y la Dirección General de Asuntos Religiosos de la Generalitat de Catalunya del Departamento de Presidencia. De los más de 500 trasplantes de órganos en Catalunya, se evidencia cómo crece el número de donantes, tanto de gente que ha muerto y ha posibilitado que un órgano sea trasplantado (un 16,2% más alto que el año pasado), como donantes vivos (ha crecido un 26,4%). La guía es un documento pionero en el Estado español que ofrece información a los familiares de los posibles donantes de las principales confesiones presentes en el territorio: Iglesia católica, iglesias Evangélicas, Islam, Testigos Cristianos de Jehová, Budismo, iglesias Ortodoxas, Hinduismo, Iglesia Adventista del séptimo día, Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días (mormones), Fe bahá'í, Sijismo, Taoísmo y Judaísmo. Es una guía innovadora y un punto de referencia para abordar con sensibilidad el momento de la donación, un acto supremo de generosidad que permite salvar vidas. Las religiones hablan de valores, y dar órganos alguna relación tiene con los principios que las religiones invocan como el amor, la caridad, la compasión o los conceptos de donación en pureza o de servicio desinteresado.

De los más de 500 trasplantes de órganos en Catalunya, se evidencia cómo crece el número de donantes, tanto de gente que ha muerto y ha posibilitado que un órgano sea trasplantado (un 16,2% más alto que el año pasado), como donantes vivos (ha crecido un 26,4%)

Ninguna de las religiones mayoritarias se opone a la donación de órganos, pero entre un 2 y un 8% de las negativas familiares tienen como causa los motivos religiosos en los últimos cinco años. Aparte de los católicos positivos, entre los cristianos también hay un posicionamiento favorable a la mayoría de las otras iglesias cristianas, a través de sus líderes en Catalunya, a la Fe bahá'í o en voz del mismo Dalai Lama. No obstante, la variedad de estructuras organizativas, la diversidad de corrientes en muchas religiones o la inexistencia de la cuestión en los textos sagrados, dificultan un posicionamiento favorable explícito por parte de otras religiones. Ignorar las características de la donación, los miedos culturales, las creencias relacionadas con la muerte y los ritos funerarios o las dificultades idiomáticas dificultan el consentimiento a la donación. Las religiones, por lo tanto, también pueden poner trabas, ya que en los ritos funerarios se puede pedir no manipular el cuerpo del difunto, hacer un entierro rápido o algunas necesidades para limpiar al cuerpo que pueden contradecir la lógica de la donación de órganos.

Un donante de órganos puede llegar a salvar hasta 8 vidas. La donación es un acto voluntario, altruista, solidario, generoso, confidencial, gratuito y sin ánimo de lucro. Y si la familia y comunidad —también religiosa— está al corriente, facilita todavía más su gestión y sensibiliza la población.