El lunes pasado leía en este digital el artículo "La Policía de Catalunya", donde Sergi Sol analizaba lo que, en poco tiempo, ha vivido el Cuerpo de los Mossos d'Esquadra: en 2 años, la excelente respuesta ante los atentados terroristas del 17-A; la difícil actuación durante el referéndum del 1 de octubre, preservando la "convivencia ciudadana" con congruencia y proporcionalidad ―mientras otros actuaban como toros desbocados sedientos de venganza―; o la más reciente, la que todavía permanece en la retina, la respuesta policial ante los incidentes producidos por la sentencia contra el procés.

Los Mossos d'Esquadra son el cuerpo policial de naturaleza civil más antiguo de Europa, este año han celebrado el 300 aniversario.

Y en un momento en que los Mossos vuelven a estar en el centro del debate, hoy les quiero hablar de un nuevo sindicato en los Mossos d'Esquadra, de reciente creación, pero que si todo va bien obtendrá un representante en el Nuevo Consejo de la Policía, un proceso que actualmente está paralizado. El SEGCAT es “el Sindicat Nacional de Seguretat de Catalunya; en defensa de les Treballadores de la Seguretat i les Emergències, el nostre Poble i les nostres Institucions”, tal como consta en su perfil de Twitter.

No es casualidad que hoy quiera hablar de ellos. Durante estos últimos días han sido una voz destacada en las redes ante los incidentes ocurridos por las calles de Barcelona y los de todo el país. Mientras otros sindicatos policiales optaban por defender la mayor, barriendo hacia casa sin pronunciarse ante la evidencia, el SEGCAT hizo todo lo contrario.

¿Y de dónde sale la idea de crear un nuevo sindicato en los Mossos d'Esquadra?

El embrión del SEGCAT empieza a fecundar después del referéndum del 1 de octubre. En primer lugar, al ver la respuesta desmesurada del Estado contra los catalanes, contra los legítimos representantes, contra las instituciones catalanas y que hizo traquetear las propias estructuras democráticas del estado español. En segundo lugar, por el posicionamiento o el silencio de los sindicatos representativos de algunos de nuestros colectivos, como los del Cuerpo de Mossos d'Esquadra, que significaron de facto el abandono de las instituciones catalanas y de su pueblo. Tal como explican, el silencio de estas organizaciones sindicales dio fuerza a aquellos que creen que las diferencias ideológicas se tienen que combatir con contundencia con los instrumentos que sean necesarios. Aquellos sindicatos que siempre habían manifestado que no se tenía que hacer política desde el sindicalismo, acabaron enarbolando su bandera, en esta "cruzada" contra los que piensan diferente.

El SEGCAT es un sindicato joven, fresco, con perspectiva de país y que quiere dar un nuevo enfoque al sistema de seguridad pública para adaptarlo a los nuevos retos

El SEGCAT ha sido el primer sindicato policial en dar apoyo a los presos y presas políticos, a los exiliados y exiliadas, a los compañeros y compañeras que sufren represión, empezando por el major Trapero y la intendente Laplana y hasta cada uno de los ciudadanos y ciudadanas anónimos que están sufriendo esta persecución, con un sustrato marcadamente ideológico.

Como precisan en sus principios fundacionales, los sindicatos tradicionales se han esforzado durante todos estos años en que perdiéramos una conciencia de clase que ha potenciado enfrentamientos estériles entre los diferentes colectivos de la seguridad y las emergencias: Policías Locales, Mossos, Bomberos, Protección Civil, Emergencias Médicas... Esta pérdida de conciencia de clase, más allá de mejorar las condiciones de trabajo de los trabajadores y trabajadoras, ha propiciado la construcción de un sindicalismo elitista, creando en el imaginario de algunos de nuestros colectivos la imagen que hay funcionarios de primera y de segunda.

Por lo tanto, el SEGCAT es el sindicato nacional progresista y asambleario que promueve y vela por la defensa de los valores y principios que recoge la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Una nueva organización sindical que quiere que los trabajadores y trabajadoras de los diferentes colectivos de la seguridad y las emergencias trabajen juntos en defensa de nuestros derechos, nuestras instituciones y nuestro país. Y saben que no es un reto fácil, pero no desfallecerán en el intento, a pesar de las diferencias o discrepancias que pueda haber. Actualmente forman parte miembros de la Guardia Urbana de Barcelona y del Cuerpo de Mossos d'Esquadra, a la espera de ir ampliando con otros colectivos.

El SEGCAT se compromete a trabajar con total independencia política al lado de las instituciones de Catalunya, manteniendo contactos con partidos políticos y con las diferentes organizaciones y colectivos de Catalunya en la defensa de los derechos y libertades, promoviendo la cultura de la prevención y la seguridad entre los ciudadanos, defendiendo y promocionando unos servicios públicos de calidad, al servicio del país y de su gente.

Pero, a pesar de su fuerza y empuje para dar aire fresco al sindicalismo en los Mossos, ahora se ven inmersos en un proceso burocrático y judicial que ha hecho que la misma Mesa Electoral Coordinadora paralice las últimas elecciones sindicales del 2019. Tal como denuncian en uno de sus comunicados, el último Consejo de la Policía se convocó con el resultado de las elecciones sindicales del 2015, anuladas judicialmente con sentencia firme, y hoy día los cargos electos del 2015 siguen disfrutando de unos derechos sindicales que ya no les corresponden.

A pesar del agravio no se detienen y son críticos cuando hace falta, con posicionamientos firmes y contundentes en defensa de los Mossos y los derechos de la ciudadanía del país, como consta en el comunicado "Análisis de los hechos, autocrítica, reflexión y construcción" en respuesta a los incidentes producidos ante la sentencia contra el procés: remarcan la necesidad de un pacto de país para actualizar el sistema de seguridad y emergencias de Catalunya, entre otros elementos, el orden público.

El SEGCAT quedó en cuarta posición en el recuento de los votos presenciales a las últimas elecciones sindicales de los Mossos, celebradas el 11 de marzo del 2019, con un total de 517 votos, siendo las primeras elecciones sindicales en que se presentaban. Y un hecho que no puede pasar desapercibido, ya que el sindicato se fundó el 29 de noviembre del 2018, desde cero, sin recursos y sólo con la voluntad de la gente. El SEGCAT es un sindicato joven, fresco, con perspectiva de país y que quiere dar un nuevo enfoque al sistema de seguridad pública para adaptarlo a los nuevos retos.

Un sindicato que centra sus esfuerzos en mejorar la actual situación en los Mossos, repleta de agravios por la falta de inversión o por encontrar solución a las reivindicaciones endémicas del propio colectivo. Un sindicato que elude hechos y debates superfluos y que no duda en calificar el humor como tal, como hizo con la cita de Emilio Temprano, mientras otros sindicatos amenazan con la fiscalía como la respuesta a un gag del presentador Toni Soler.

Todo eso y más es el SEGCAT. Y mientras tanto, no olviden, el major Trapero, a la espera del inicio del juicio; de héroe a víctima, de ser la cara visible de la eficiencia policial contra el terrorismo a pasar a ser el señalado, el cabeza de turco del Estado para tapar su irresponsabilidad política. El enésimo intento de criminalizar a la policía catalana. No será el último.