Hace tiempo que no me escandalizo casi por nada. Pero tengo que admitir que no me deja de llamar poderosamente la atención este independentismo converso que no tiene ningún tipo de interés en recuperar la memoria republicana o que vive con indiferencia la exigencia de justicia para todos los asesinatos durante la llamada Transición. No quiero pensar que el motivo oculto es que toda esta buena gente, como Gustau Muñoz, eran militantes de izquierda, de una izquierda empapada de soberanismo y que en gran parte se volvió independentista.

"La Transición fue, según mi criterio, casi una obra maestra". Palabras del expresidente Felipe González, que cabe decir que cuando era presidente tenía de propagandista oficial a uno de los hoy tuiteros más burdos y agresivos, otro converso alborotado. El PSOE lo repitió por activa y por pasiva. El PP hasta la saciedad. La Transición española brindó la impunidad a las fuerzas de seguridad del orden público y blindó el aparato del Estado. Aquello que definieron como "modélica" fue el cambio de chaqueta de los franquistas a demócratas. La transacción del franquismo a la democracia de la noche a la mañana.

Torturadores franquistas como Antonio González Pacheco, alias Billy el Niño; Jesús Muñecas, José Sainz González, alias Pepe el Gordo, o Eduardo Quintanela Bóveda, antiguo jefe de la Brigada Política Social y conocido como el que hacía saltar a los presos desde las ventanas en la comisaría de Via Laietana. Todos ascendidos y condecorados por mérito policial. Y todos comparten un denominador común: acumulan denuncias por torturas y crímenes que nunca fueron admitidas a trámite, en la mayoría de los casos, por prescripción del delito y por acogerse a la ley de amnistía de 1977.

La vigencia de la ley de amnistía es uno de los pilares fundamentales de la impunidad del franquismo. Ningún gobierno, ni de derechas ni de izquierdas, ha osado aplicar las recomendaciones de Naciones Unidas y aplicar políticas enfocadas a la investigación de la verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición.

Décadas de silencios. Demasiados políticos, de signo muy diverso, han patrocinado y protegido el franquismo sociológico, institucional o sencillamente han mirado hacia otro lado. Cuarenta años en democracia que han servido de bien poco.

La vigencia de la ley de amnistía es uno de los pilares fundamentales de la impunidad del franquismo

Gustau Muñoz sólo tenía 16 años. El atardecer del once de septiembre de 1978, en el contexto de una manifestación en contra de la Transición española y en apoyo de la independencia de Catalunya, se desplomó en la calle Ferran después de recibir un tiro por la espalda a bocajarro. Después de matarlo, dos grises se hicieron pasar por médicos y le intentaron sacar la bala para eliminar pruebas.

El asesinato de Gustau es uno de los más de 591 muertos que fueron escondidos entre el año 1975 y el año 1981, bajo el amparo de ministros como Manuel Fraga Iribarne, Rodolfo Martín Villa o Juan José Rosón Pérez.

Ahora un documental narra su historia en búsqueda de la verdad y la justicia. Romper el silencio impuesto por la Transición española, investigar los crímenes cometidos por el régimen gracias al amparo de la justicia universal. La esperanza de que por primera vez un tribunal decida sobre un delito cometido durante la Transición y que se abra la puerta para que todos los crímenes cometidos en este periodo, y que quedaban impunes, sean incluidos también en la "querella argentina" contra los crímenes del franquismo.

Ahora necesitan una pequeña donación para que este documental, Gustau, la transició al descobert, sea una realidad mediante un Verkami. Sólo 15 días por delante y todavía les falta para llegar la cifra que permita al veterano cineasta Jaume Domènech hacerlo realidad.

La negativa de la justicia española a investigar los crímenes del franquismo obligó a cruzar fronteras, atravesar medio mundo para encontrar el amparo de la justicia argentino, con el impulso abnegado de militantes como Joan Tardà, una de las personas que más ha sufrido el linchamiento de la máquina de fake news juntaire que opera en las redes. La conocida como "querella argentina" ha supuesto el inicio de las primeras investigaciones de los crímenes cometidos durante el franquismo y la Transición.