La tercera entrega del diario Público revela nuevos detalles sobre la investigación de los atentados terroristas en Catalunya y sigue incrementando la evidencia de que el Estado ha mentido de manera deliberada. El imán de Ripoll y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) colaboraban estrechamente desde hacía años. Abdelbaki es Satty, cerebro y autor intelectual de la masacre en la Rambla, fue confidente del CNI hasta el día de los atentados.

El fruto de un año de periodismo de investigación riguroso de Carlos Enrique Bayo ha sido sacar a la luz detalles relevantes de la investigación gracias al acceso a documentos confidenciales y los contactos con fuentes de inteligencia. Los tres primeros artículos ―de un total de cinco― han hecho mella en el seno de la política y la sociedad catalana. Curiosamente ―o no―, apagón informativo en Madrid. ¿Casualidad? La información que ha salido a la luz es un escándalo mayúsculo que tendría que hacer caer a cualquier democracia, país o estado.

En 2006 es la primera vez que se conoce sobre Abdelbaki es Satty, el conocido como el imán de Ripoll. Su vínculo con la organización terrorista dedicada al narcotráfico y a la radicalización yihadista no fue suficiente para ser uno de los once detenidos de la operación Chacal. Es Satty, a pesar de ser considerado discípulo de Mohamed Mrabet, cerebro de esta organización terrorista vinculada con Al-Qaeda ―compartía con él piso en Vilanova i la Geltrú―, y de que figurara entre los documentos recuperados en el atentado del 11-M en Madrid, salió impune.

Es Satty fue detenido en el puerto de Ceuta el 1 de enero del 2010 por intentar introducir en España 121 kilos de hachís. La relación entre el CNI y Es Satty empieza cuando agentes del CNI y la Guardia Civil se entrevistan con él ―hasta en cuatro ocasiones― en la prisión de Castelló, entre el abril del 2012 y el marzo del 2014. Es Satty sólo pasó 4 años en la prisión. Y Es Satty acabó como imán de la mezquita más grande de Ripoll.

La información destapada por Público refleja que el contacto entre el CNI y el imán de Ripoll existía de manera permanente. El nombre de Es Satty quedó eliminado del registro central de informantes del CNI justo el 18 de agosto del 2017, un día después de la masacre en la Rambla. El sistema de "buzón muerto" creado por Osama bin Laden para comunicarse con Al-Qaeda demuestran que el imán de Ripoll y el CNI también lo utilizaban para comunicarse entre ellos. Los papeles encontrados entre los escombros de la explosión en Alcanar y los dos mensajes del CNI en la carpeta "borradores" lo corroboran. En junio del 2017, dos meses antes de los atentados, el segundo correo del CNI queda sin respuesta. ¿Es en este momento cuando el CNI se da cuenta de que alguna cosa no va bien?

El estado español escondió la radicalización del imán de Ripoll por patriotismo

¿Por qué se intervinieron los teléfonos de tres de los seis terroristas de Ripoll? ¿Quién les pasó la información? Ninguno de ellos tenía antecedentes policiales anteriormente. El informante fue Es Satty, mientras él se quedaba al margen. El resto de miembros de la célula terrorista fueron investigados minuciosamente, monitorizados por toda Europa durante los viajes que hicieron a Francia, Bélgica, Suiza y Alemania. La inteligencia española conocía perfectamente los viajes habituales del vehículo Audi A3 entre Ripoll y Alcanar y que se estaban fabricando explosivos en ambos puntos. ¿Y por qué los Mossos d'Esquadra no sabían nada? ¿Por qué cuando los Mossos d'Esquadra acuden a investigar la explosión de una casa en Alcanar nadie los informa de la investigación del CNI? El CNI conocía, perfectamente, la intención de atentar de manera inminente en Catalunya y no informó a la policía catalana, ¿por qué? ¿Por qué a los Mossos d'Esquadra no se les permitió el acceso al Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) hasta meses después del atentado en Catalunya? La política tiene la respuesta. Jorge Fernández Díaz ―el ministro de Interior que conspiraba contra los líderes y partidos independentistas con la policía patriótica y las cloacas del Estado― fue quien ordenó bloquear el acceso a la información a la policía catalana mediante su hombre de confianza, José Luis Olivera, el entonces director del CITCO. Olivera ordenó el bloqueo de los Mossos d'Esquadra para acceder a las bases de datos policiales sobre yihadismo internacional de Europol e Interpol. Y todavía hay más. El director del CITCO ordenó a la Policía Nacional informar a unos yihadistas de Terrassa de que los servicios de inteligencia de los Mossos d'Esquadra les estaban vigilando en el marco de la operación Caronte, una acción que puso en peligro la misma seguridad de los Mossos d'Esquadra.

Pero la operación de estado no acabó aquí. El Estado no pudo digerir el éxito del operativo Cronos coordinado por el major Josep Lluís Trapero y el conseller Joaquim Forn. Mariano Rajoy no pudo digerir que lo que consideraban como una "policieta autonómica" abatiera hasta el último terrorista, Younes Abouyaaqoub. El mismo día del atentado, la noticia que la CIA había avisado de la amenaza de un posible atentado inminente en Barcelona fue cogida por los media del nacionalismo español para acusar a los Mossos de pasividad. ¿Por qué justo el mismo día del atentado se filtra esta información? ¿Querían tapar alguna cosa con esta cortina de humo? Ciudadanos quiso crear una comisión de investigación en el Congreso para investigar la actuación de los Mossos durante los atentados terroristas. No salió adelante.

PP, PSOE y Cs vetaron la propuesta de ERC y PDeCAT de crear una comisión de investigación en el Congreso sobre los atentados terroristas. ¿El Estado tenía algo que esconder? El Parlament de Catalunya sí que la aprobó, precisamente, en la cual se han negado a comparecer Soraya Sáenz de Santamaría, Juan Ignacio Zoido, Alfonso Dastis, José Manuel García-Margallo, Enric Millo, María Dolores de Cospedal y Mariano Rajoy, así como Félix San Roldán, exdirector del CNI.

Quién sí que compareció ―la semana pasada― fue José Antonio Nieto, exsecretario de Estado de Seguridad. Una delirante intervención, por el tono, por la forma y, sobre todo, por acusar a los Mossos d'Esquadra de no haber controlado la radicalización del imán de Ripoll. Nieto, nuevamente, mintió. El estado español escondió la radicalización del imán de Ripoll por patriotismo. Una comisión de investigación que ha servido para confirmar que la Policía Nacional visitó varias veces la mezquita antes del atentado preguntando por el paradero de Abdelbaki es Satty, tal como explicó Hamid Barbach, secretario de la mezquita Annour de Ripoll.

Muchas incógnitas por resolver. Queda probado que el CNI tenía monitorizados los movimientos de la célula terrorista hasta días antes del atentado. El CNI sabía que en Alcanar se fabricaba el explosivo TATP. ¿Qué falló? ¿El imán de Ripoll era un agente doble? ¿Trabajaba para el CNI y Al-Qaeda a la vez? ¿El CNI fue engañado por el imán de Ripoll? ¿Fue un accidente la explosión de la casa de Alcanar? ¿Tuvo algo que ver el CNI?

El martes 23 de julio comparece Carlos Enrique Bayo en la comisión de investigación del Parlament. Pedro Sánchez continúa con la cabeza escondida debajo el ala y sin reconocer el fracaso de la inteligencia española. Las víctimas, sus familiares y la ciudadanía se merecen una respuesta.