Año tras año, la Flama del Canigó baja de la cima para encender las hogueras de todos los Països Catalans. Este año, también ha llegado a Ginebra y a Bruselas. Las palabras traspasaron los barrotes de la prisión y la presidenta Carme Forcadell nos recordaba que "Igual que la llama año tras año renueva la unidad de la lengua catalana, nosotros también año tras año renovamos nuestro compromiso con la justicia, la paz y la libertad". La llama ya vuelve a estar en casa y las hogueras ya están apagadas, pero las brasas todavía están bien vivas y donde continúa la quema es en el cuartel general de Cs.

Hoy llegarán los presos políticos a las prisiones catalanas. ¡Ey!, un error quien piense que vuelven a casa... Vuelven a la prisión, sí, a las prisiones catalanas, pero continúan cerrados entre rejas, la continuación de la vulneración flagrante de derechos. Ya no sé cómo clasificar el traslado que culminará hoy mismo; un castigo, una venganza y la ignominia que supone que para hacer un trayecto de 600 kilómetros se haya tardado tres días.

Y, con este contexto, con presos políticos que llevan 620 días de injustificable prisión preventiva, el 2 de julio —ahora parece que será el día 3— se constituirá el Parlamento Europeo en Estrasburgo. ¿Y qué pasará con el acta de eurodiputados de Carles Puigdemont, Oriol Junqueras y Toni Comín? La injerencia del poder judicial español lo ha dejado bien claro, no pueden serlo, ya vieron por dónde se pasaron los derechos fundamentales sobre los escaños de Congreso y el Senado. Sin embargo, Javier Pérez Royo, catedrático de Derecho Constitucional, da una brizna de esperanza afirmando con rotundidad que los tres acabarán siéndolo. Es más, en el caso de Oriol Junqueras ha puesto de manifiesto la prevaricación del Tribunal Supremo y de quien ha cometido un delito contra los derechos fundamentales. Y a todo eso se le tiene que sumar la consulta que ha hecho el Supremo estas últimas horas a la justicia europea para saber hasta dónde llegaría la inmunidad de Junqueras en caso de ser escogido eurodiputado.

Y como decía antes, donde continúa la quema está en la sede general de Ciudadanos. El que más me ha sorprendido de los tres que se han salido de la ejecutiva, Juan Vázquez, Javier Nart y Toni Roldán, es que hayan justificado su marcha por el giro a la derecha de la formación naranja. No sé si no es engañar a la gente utilizar esta excusa cuando se sabe que Ciudadanos es un partido de derechas, neoliberal, reaccionario y nacionalista, y que en el 2009 pactó con Libertas, en el 2013 se marchó del Parlamento de Catalunya para no tener que condenar el franquismo y este año ha pactado con VOX. Otra cosa es que estas tres bajas pongan de manifiesto el giro definitivo de Albert Rivera para usurpar el espacio del PP con el objetivo de llegar a ser presidente. Parece ser que es ahora cuando el establishment económico y mediático español se ha dado cuenta de la farsa que representa el espacio político de los de naranja, los que viven del rédito del discurso de la constante confrontación en Catalunya y donde la violencia ocupa las calles.

El partido del establishment financiero y empresarial que tenía que ser Ciudadanos, el partido que tenía que actuar como bisagra de los partidos del régimen del 78 y así evitar que estos últimos dependieran de los nacionalistas y/o independentistas para gobernar, ahora ha quedado absorbido por la ambición de Rivera. Abrazar la extrema derecha de Abascal es su nueva línea política, un posicionamiento que no gusta nada a los "barones del dinero" —tampoco a Macron— y que se evidencia con el apagado en los medios que ya sufre Rivera en pro de Inés Arrimadas, la nueva cara cool de la Meseta.

Ciudadanos mejoró los resultados en las pasadas elecciones españolas, pero perdió una tercera parte de esos votos a las elecciones municipales. Sin embargo, Rivera sale reforzado de la ejecutiva y los 23 votos en contra son el aval para decir "no" a la investidura de Pedro Sánchez.

A Pedro Sánchez le queda una opción plausible si quiere seguir siendo presidente, entenderse con los partidos independentistas —damos por hecho de que Podemos se tragará el sapo—. Sino tendrá que ir a elecciones de nuevo, un hecho que según los sondeos, darían de nuevo el reafirmamiento del PSOE como el más votado y también reforzaría el bipartidismo, con un PP que absorbería parte del votante de VOX, Cs retrocedería ligeramente y Podemos continuaría en caída libre.

La palabra "abstención" genera tensiones y cortocircuitos a algunas formaciones políticas, lo consideran una herejía. Una abstención a la investidura de Pedro Sánchez tendría un precio, requerir volver al diálogo y a la negociación, volver a la política para encontrar una solución para Catalunya, puntos importantes en los programas electorales con que los partidos independentistas se presentaron a las elecciones generales del 28-A.

Los más de dos millones de independentistas y el hecho de que en pocos años el movimiento haya pasado del 12% a, prácticamente, el 50% es un hecho que Sánchez no puede esconder. La sentencia del Tribunal Constitucional provocó el crecimiento exponencial del independentismo. ¿Qué provocará la sentencia del Tribunal Supremo?

Los resultados de las elecciones municipales nos dejan la realpolitik de Ada Colau y el pacto con Manuel Valls. Pero también nos demuestran que el independentismo va a dos marchas. La marcha corta da potencia y muestra la hegemonía del independentismo en gran parte del territorio; la marcha larga es vaporosa y muestra que el independentismo no llega al 30% en el cinturón rojo. Solo espero que el entronizado de Ada Colau haya sido un accidente de los comuns. Hace falta que los autodeterministas analicen cuál quieren que sea su papel, formar parte del país del "80% por el derecho a decidir" o acercarse al precipicio regalando el movimiento del 15-M en los clasistas de Iniciativa.

El independentismo se hace un flaco a sí mismm favor si intenta vivir de gesticulaciones de cara a la galería y ver quién la tiene más independentista. Algunos tendrían que saber que con una ILP no se puede declarar la independencia. Las ILP no tienen esta finalidad, tal como recoge la propia ley catalana de ILP. Por lo tanto, votar a favor de la admisión a trámite de la ILP que vimos ayer en el Parlamento supone incumplir la propia ley de las ILP aprobada por el Parlamento de Catalunya. La independencia solo hace falta hacerla una vez y hacerla efectiva. Por responsabilidad, por la gente de este país, por madurez política y por la lucha contra la represión del Estado, hace falta que hagamos volver a la política aquello que la justicia no arreglará.

Pedro Sánchez tendrá que incluir una nueva palabra en su catálogo, la abstención como solución a su investidura, sinónimo de diálogo, negociación y dar una solución para Catalunya. Recordemos que la sentencia se acerca. Quién sabe qué puede pasar.