Después de la puesta de largo en el pabellón Nou Congost de Manresa, la Crida Nacional per la República verá definitivamente la luz el próximo domingo 26 de enero, en Barcelona. Para asistir al congreso fundacional tienes que ser socio y pagar 10 euros y es el lugar donde se escogerá al organismo directivo y donde se decidirá la estrategia política a seguir.

Lejos quedan las palabras frescas y encantadoras del president Carles Puigdemont, cuando afirmaba que la Crida nacía con el espíritu de aglutinar a la amplitud del movimiento independentista para culminar el ascenso a la cumbre de la República. Un proyecto que, a priori, tenía que quedar lejos de cualquier estructura con olor a partido político.

El pasado 8 de enero, la Crida quedaba registrada como nuevo partido político. Una nueva formación que responde a la actualización del espacio neoconvergente y que lleva el sello y el aval de los presidents Carles Puigdemont y Quim Torra y también de Jordi Sànchez, presidente del grupo parlamentario de Junts per Catalunya. El objetivo de la Crida es poco innovador, resetear un difuminado centro derecha catalán con el objetivo de reordenarlo y actualizarlo con la última versión del software soberanista-independentista-republicano.

Quien se postula para presidir la Crida es Jordi Sànchez, expresidente de la ANC, encarcelado injustamente por el fascismo de Estado. Su figura, seguramente, ha sido clave para arrastrar hacia este nuevo partido una gran parte de antiguos miembros del aparato directivo de la ANC (el secretariado nacional) y que ahora son socios fundadores. Pero parece que también tendrá un papel importante la consellera de la Presidència, Elsa Artadi, quien podría ser su segunda espada con el permiso del president Puigdemont.

Catalunya se caracteriza por tener pequeñas y medianas explotaciones agrícolas, generalmente, de herbáceos y barbechos. La nashi es una fruta dulce con origen en los países asiáticos y que ya hace años que se cultiva en Catalunya. Mucha gente lo describe como aquella fruta que tiene relativa apariencia de manzana pero con sabor a pera. La magia también tiene una larga tradición en nuestro país, sede de certámenes internacionales y con grandes generaciones de magos. Una variante de la magia es el ilusionismo, el arte de entretener al público mediante ilusiones (trucos) misteriosas y sorprendentes, que crean al público la sensación de que se ha producido algo imposible, talmente como si el artista tuviera poderes mágicos o sobrenaturales.

Así que puedes llegar a dudar de que una manzana tenga sabor a manzana o pera (la nashi), sin embargo, es evidente que una manzana nunca puede tener sabor a tomate, aunque la blanquees con magia e ilusionismo. Sencillamente, no cuela.

La Crida nace con el espíritu de aglutinar a gran parte del movimiento independentista, pero es evidente que el objetivo es polarizarlo. Actúa como aquel mago de prestigio que sorprende con todo tipo de trucos y que deja boquiabiertos a los asistentes. Pero se sabe que detrás de un buen mago hay muchas horas de preparación, de trucos perfectamente ensayados, medidos y conjugados con el ilusionismo óptico que se aprovecha de la bondad y la inocencia.

Llega un día en que el niño se hace mayor y quiere volver a ir al teatro, con la esperanza de volver a disfrutar de aquel mago que de pequeño tantas y tantas veces lo había maravillado. Y es en aquel momento de realismo, de obviedad y de madurez en el que comprendes que el mago se ha hecho viejo, flojea y se le acaban descubriendo todos los juegos de manos a simple vista.

Tendrían que observar que la uniformidad provoca la pérdida de transversalidad, la que tanto caracteriza al movimiento independentista y que ha sido el éxito de llegar hasta donde estamos

Sea como sea, la nueva formación política ha generado un conflicto por el encaje del PDeCAT (no con JxCat) en este nuevo espacio. Una de las voces más críticas ha sido Ferran Bel, diputado en el Congreso, quien ha afirmado que la Crida lejos quedará de aglutinar el movimiento independentista, sino que puede generar su fragmentación y que puede llegar a ser paradójico.

Uno de los principales motivos de esta refundación es porque el espacio neoconvergente no ha conseguido seducir al electorado que esperaba, sino al contrario, ha perdido parte. Así pues, esta actualización del centro derecha catalán responde a la creación de un discurso más fresco, más maleable y que incorporará conceptos como el republicanismo. Un decorado que le permita recuperar la hegemonía con que durante décadas gobernaron este país.

Reinventarse para evitar la pérdida de poder y a las antípodas de ser una organización política innovadora y estimulante, por mucha magia, ilusionismo y grandilocuencia que se utilice. La vieja política que utiliza la brocha grande para maquillar y superar a los fantasmas del pasado.

Y, sinceramente, máximo respeto a la regeneración de este espacio político. Pero hay cosas que realmente me preocupan. Analizando los estatutos de la Crida te das cuenta de que la estructura territorial que propone tiene un aroma a plagio absoluto al formato territorial con que se organiza la Assemblea Nacional Catalana, la entidad transversal y plural clave para la emancipación del movimiento independentista. Dicho de otro modo, lo que podría parecer un intento de OPA en toda regla a la ANC. Llamadme malpensado, pero evidentemente estaré atento.

La Crida apela a la unidad y se otorga el absoluto dominio de la transversalidad de un espacio político que va más allá de los partidos, con el objetivo de abrazar la fuerza de un movimiento y ponerlo a disposición de un único partido político, el suyo. Un espacio político que lejos queda de acoger el gran espectro del soberanismo libre, social y democrático.

Quizás tendrían que observar que la uniformidad provoca la pérdida de transversalidad, la que tanto caracteriza al movimiento independentista y que ha sido el éxito de llegar hasta donde estamos.

Por lo tanto, deseo mucha suerte y aciertos a la Crida, a la vez que celebro que el espacio liberal de centro y conservador catalán haya sido valiente para fagocitar las siglas y los liderazgos de la antigua Convergència. Un nuevo proyecto político muy importante para el país y con la esperanza de que la postconvergencia consiga una refundación lucida, importante y necesaria para Catalunya y para alcanzar la independencia en forma de república.