Sí, lo habría podido escribir sin género, pero lo he feminizado. Recordamos que María es una virgen que ha parido. Se quedó embarazada sin disfrutar y no pudo escoger con quién se casaba. Mientras la igualdad no sea un hecho, me declino a seguir reivindicando a las mujeres. Quito el reinas del título porque ahora mismo solo visualizo a la Leti con la pashmina, la Sofía diciendo "ya lo decía yo" y la Margarita de Dinamarca abdicando. Hay un lugar muy especial en el infierno para las mujeres que no apoyan a las otras mujeres. Al final, solo eran tres individuos que venían de Oriente subidos a unos camellos que llevaban ofrendas a un recién nacido sin techo como muchos niños que están pasando frío y que les da igual que mañana vengan los Reyes.

Tengo una hija que esta primavera hará nueve años (literalmente, el 20 de marzo) y uno de seis. Me huelo que se está a punto de acabar esta ilusión. Y sí, está comprobado que ver la cabalgata de Reyes en la calle Vallespir ya me hace más ilusión a mí que a ellos. Y más después de muchos años de tener que fingir cara de sorpresa por mis auto-regalos. Por fin el árbol se llena solo y tengo alguien que de verdad sabe qué necesito. No tanto presumir de un matrimonio ideal por redes y más tener una pareja que te celebre cada día. (Es lo que pedí el año pasado.)

El destino es generoso con quien lucha por sus sueños (aunque sea a costa de dormir poco)

Queridas, queridos y querides de todas las culturas,

Sé que soy muy afortunada por todos estos años que me habéis ido trayendo lo que deseo. Es verdad que esta carta que he seguido haciendo aunque ya fuera mayorcita, me ayuda a visualizar lo que quiero de verdad y a ponerle foco durante todo el año. El año de la pandemia me volví loca para encontrar a algún paje. Un año que estaba fuera la hice imprimir por un amigo para darla físicamente. Los rituales son importantes y sé que eso es un trabajo de equipo. Mi imaginación me conecta con lo que visualizo: el destino es generoso con quien lucha por sus sueños (aunque sea a costa de dormir poco). Y finalmente creas lo que realmente quieres, como dicen estos libros de autoayuda que te hacen sentir todavía más culpable cuando ni con toda la fuerza de voluntad consigues desterrar la rabia del corazón. “Pesa más la rabia que el cemento” es la mayor verdad que ha cantado Shakira. Y es verdad que cuesta más librarse de estos kilos que de los de las fiestas navideñas.

Aunque suene random y un poco al estilo de "My favourite things" en The sound of music, para este año pido:

  • Leer tres libros al mes (estoy con la trilogía de Eva Baltasar) y poder ver un peliculón de los que te deja pensando toda la semana como Los que se quedan
  • Vivir los viajes con intensidad nómada y sin obstáculos
  • Apartar los hábitos/personas/situaciones tóxicas porque a veces no hay que hacer tantas terapias, sino dejar las cosas que nos alejan de nuestra esencia
  • Quiero responder inteligentemente incluso al trato que no lo es
  • No dar el poder de juzgar mi vida a nadie
  • Todos somos historias sin explicar. La paz en el mundo es difícil y no sé cómo se consigue, pero los dos años de la guerra de Ucrania quieren decir muchas madres, hijos, personas desoladas a las cuales se suman las de Gaza y eso va in crescendo. Basta de ser tan católicos o lo que sea y ser más personas.
  • Más arte, porque nos revitaliza. Porque el trabajo del artista es la esperanza y provoca preguntas
  • Sé que todos somos el malo en la historia de alguien, pero a medida de lo que pueda ser, yo escojo ser buena. Ser valiente es también ser buena.
  • Recordar que las mejores cosas de la vida no se pueden pagar con dinero
  • Que se entienda que lo más pro es hablar de vino sin hablar de vino, como un estilo de vida
  • Hacer menos y sentir más
  • Que llueva
  • Vitamina D y vivir a todo color porque la vida en blanco y negro es menos sabrosa
  • Que no se me infecten las pieles de las uñas que me sigo mordiendo
  • Que pueda hacer mucha risoterapia con mis amigos con grandes comidas
  • Disfrutar haciendo mi nuevo libro, aventurarme en el mundo audiovisual, ganar premios, dar una conferencia en el Cervantes de Nueva York y... ¡hacer las campanadas de TV3 con Carles Costa!
  • Aprender de cada copa como si fuera una hoja en blanco
  • Levantarme sin pereza cuando trabaje y con tiempo siempre de remolonear con mis hijos

¡Y sobre todo gracias por los que el destino no es una cuestión solo de suerte y lo podemos escribir! (Así te das cuenta de que no necesitas nada más en la vida de lo que tienes, solo un poquito más de roscón.)