La cabeza de lista del nosurrendismo en Sabadell ha hablado alto y claro. Con una confesión que la honra. Lourdes Ciuró, también exconsellera, textualmente ha afirmado: "Tres años dando estabilidad al Govern a cambio de nada".

¡Chapeau! Pasa pocas veces que un dirigente político sea tan sincero. Ciuró lo es. Pocas veces un político admite su posición y el papel que ejerce sin ningún pudor. Y tiene mérito que lo hiciera en la red predilecta de los nosurrender, confesando a todo el mundo el remunerado papel de estraza que ha hecho que han hecho en Sabadell y que todo indica que seguirán haciendo. Sin manías, sin complejos. Pasando el mocho, si hace falta, como sus compañeros de la Diputación de Barcelona. Papel por el cual ahora postula el también exconseller Puigneró.

Sabadell es una de las terceras ciudades catalanas. Con Terrassa y Badalona. Hoy la vuelve a gobernar el PSC con una confortabilidad admirable gracias al apoyo incondicional de Junts con la exconsellera Lourdes Ciuró al frente. Bien, precisemos. Ciuró decía que sería gratis, y es a cambio de dos sueldos y medio. Que, todo sea dicho de paso, son tan legítimos como tantos otros. Así que, en rigor, gratia te amore tampoco.

Sabadell es una de esas metrópolis que pueden tumbar. Las mayorías son frágiles. Ayer había un alcalde soberanista por escaso margen. Hoy hay una en minoría que es socialista, o "del 155", en argot habitual de los compañeros de Ciuró. Gracias precisamente a la candidatura que lideró Ciuró, que pactó y garantizó estabilidad a un gobierno en minoría del PSOE. A cambio de nada, como dice la exconsellera, si descontamos la cuestión crematística.

Ciuró sabe bastante bien que su indultado secretario general, Jordi Turull, pasea felizmente por la calle gracias a unos indultos muy trabajados.

Mi amigo Gabriel Fernàndez —única alternativa viable al gobierno del PSC en Sabadell— dice, sin embargo, que, aunque tengo razón, voy confundido. Y que Ciuró se refería al gobierno del PSOE-Podemos de Madrid. ¡Imposible! Le he dicho.

Como Gabriel insistía en mi error, le he hecho notar que Ciuró sabe lo bastante bien que su indultado secretario general, Jordi Turull, pasea felizmente por la calle gracias a unos indultos muy trabajados. Y seguro que ella debe estar inmensamente satisfecha de que, en lugar de seguir en la prisión (porque Torra no las abrió), haya sido excarcelado. Y ahora también debe estar jubilosa de que un tipo excelente como el egarense Josep Rull pueda incluso presentarse a las próximas elecciones —si quiere— gracias a la derogación de la sedición. No es algo menor. Rull, además de ser un tipo formidable, podría ser un buen candidato.

Gabriel, sin embargo, ha seguido insistiendo en que tengo razón. Sin embargo, tozudo, que Ciuró no iba por aquí. A propósito de eso, le he recordado que Ciuró —después de que Torra ya no fuera presidente— fue consellera de Justícia y que tampoco abrió las prisiones a fin de que Turull y todos los demás recuperaran la libertad. Así que seguro que sabe y valora la libertad de los encarcelados. Ni que fuera manteniendo las inhabilitaciones.

En Sabadell no ha sido gratis. Dos sueldos y medio. En Madrid, tampoco. Y no iba de sueldos. Otra consideración es si se podría haber sacado más jugo. Tres sueldos en Sabadell quizás sí. ¿Y en Madrid? ¿La autodeterminación? ¡Ojalá!