"La primera pequeña mentira que se contó en nombre de la verdad, la primera pequeña injusticia que se cometió en nombre de la justicia, la primera minúscula inmoralidad en nombre de la moral, siempre significarán el seguro camino del fin".
Václav Havel

Uno puede querer jugársela al juez, vale. Uno puede escarbar el derecho procesal para buscar un pliegue que le ampare, vale. Y luego está lo de Ábalos, que no sabes si reírte o llorar.

Juro que no presto oídos a los que dicen que los polvos, del color que sean, le han dejado trastocado. Que yo creo que es él y solo él el responsable del despropósito. Me ha recordado un montón al ex juez Silva, el que en medio de su juicio por prevaricación renunció a la defensa de Cándido Conde-Pumpido junior sobre la marcha, por ver de parar aquello. No le dio resultado.  En ambos casos, se trataba de intentos absurdos y abocados al fracaso de entorpecer el procedimiento y paralizar una acción judicial que iba directa al núcleo de sus intereses.

Por supuesto, la ley no es ilógica. Es curioso que haya políticos y periodistas dispuestos a explayarse sobre cómo el diputado putero acusado de corrupto va a driblar al Tribunal Supremo por el burdo sistema de dar una patada a su letrado justo antes de necesitarlo para una declaración importantísima, una en la que se le interrogará sobre los datos incriminatorios que ha descubierto la UCO. Se han publicado durante días que Ábalos iba a pedir que se retrasara, como hizo Koldo —¿qué les ha dado para que importen tanto unos días? ¿Por qué este afán enloquecido por retrasarlo?—, que si iba a renunciar al acta para devolver el caso a la Audiencia Nacional, que si iba a renunciar al abogado… En resumen, que se han retransmitido las añagazas. Que nadie dice que no intentes un truco, Houdini, pero que lo menos que puedes hacer es no mostrar su mecánica antes.

Así que, con redoble de tambores mediático, José Luis Ábalos, el hombre de los polvos blancos y azules, los audios, dicen, avisó a los periodistas de que no quería ir hoy miércoles al Supremo por si le mandan con una bolsita de cuadros para Soto, como a Cerdán. Mira que es raro que hasta ahora no le haya hecho compañía. Y como que no le apetece la idea, se ha volcado en contar y dar entrevistas y explicar cómo ya no se fía de su abogado, ¡qué paciencia José Aníbal!, y cómo lo iba a mandar a esparragar, por lo que no podría declarar por estar desprotegido. Ábalos, el que ordenó a Koldo que le diera 100 € a la mujer prostituida rumana, Gabriela de nombre, que le lloraba porque sus hijos llevaban dos días sin comer. Soy feminista porque soy socialista y soy socialista… porque lo digo yo. Trampantojos a gogó.

La justicia podrá tener veleidades en defensa del Estado, no digo que no, pero en materia de mangantes no tiene freno

El diputado irá hoy solo, sin Torrente siquiera, al Tribunal Supremo, y se verá sometido a una vistilla del 505 sobre su ingreso en prisión preventiva. El juez así lo manda. Y lo hará con la compañía del abogado del que ha abjurado o de otro que nombre por el camino, pero al Supremo no se la va a dar con queso. Es una coña, porque como Leopoldo Puente Segura no solo es buen magistrado, sino que fue de Jueces para la Democracia hasta que la asociación empezó a desbarrar, nadie se atreve a hacer con él una operación Peinado. Así que sigue sin haber quien tosa ese auto, en el que responde punto por punto a las chichinadas que Ábalos le ha mandado a través de su procurador, como si el pobre quisiera defenderse solo.

El magistrado no se corta y conforme a derecho le insinúa lo de la bolsa de cuadros. Vamos, que le recuerda que Cerdán lleva desde junio en la trena y que tras su declaración habrá una vistilla del artículo 505 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Abreviando, que se va a pedir su ingreso en prisión y que se va a valorar. Además, el magistrado le explica en lenguaje jurídico que lo de intentar hacerle luz de gas al tribunal es más viejo que el mundo: "Sin embargo, ya el artículo 6.4 del Código Civil determina que: Los actos realizados al amparo del texto de una norma que persigan un resultado prohibido por el ordenamiento jurídico, o contrario a él, se considerarán ejecutados en fraude de ley y no impedirán la debida aplicación de la norma que se hubiere tratado de eludir" y que hace el mismo tiempo que los tribunales han arbitrado los mecanismos para que no se la peguen.

¿Qué pretende José Luis Ábalos con esta movida? ¿Qué, alegando que su abogado le recomendó colaborar y que por eso lo echó? ¿Qué pasa si este abogado es el mismo que el de Dolset, que a su vez es el inti de Leire, que a su vez lo es de Cerdán, que no ha roto con el PSOE? Lo mismo dan los sobres, los mensajes, la pulsera de la puta 1, el cachondeo de las chistorras… el instructor del Supremo va a seguir. En este caso, con toda la razón, por más que él crea que como es diputado tiene derecho a acudir al Congreso todos los días y, por tanto, no le van a poder enviar a prisión preventiva. Hace mucho que no habla con algún político catalán. Entre tanto las sibilas adelantan si podría votar o no desde Soto, porque, no lo olviden, el voto de Ábalos es imprescindible para sacar adelante cualquier iniciativa del gobierno, ya que forma parte de esa llamada mayoría progresista que no es tal y que no solo presenta síntomas de descomposición, sino que huele a podrido que apesta.

Un magistrado me dijo una vez que la justicia es como un paquebote de altura. No corre como las narcolanchas, no carga como un metanero, simplemente va empecinado, milla a milla, hasta que llega a puerto. Los corruptos lo tiene mal en este plano. Lo tuvo mal Roldán, lo tuvo mal Gil, lo tuvieron mal los ministros de Felipe, lo tuvieron mal los de los ERES, lo tuvo mal Conde, lo tuvo mal Ruiz Mateos, lo tuvieron mal tantos y tantos chorizos. No, la justicia podrá tener veleidades en defensa del Estado, no digo que no, pero en materia de mangantes no tiene freno.

Pegársela a Puente no es tan fácil como encargarle chicas a Koldo. Lo veremos.