Cabe decir que el president Pere Aragonès, en un momento francamente difícil, ha demostrado tener tanta audacia como Joan Laporta cuando fichó a Lewandowski. Ha sido capaz de conformar en poco tiempo un nuevo gobierno haciendo de la necesidad virtud. Habida cuenta los problemas de banquillo que tienen los republicanos, ha fichado a expolíticos que habían entrado en conflicto con sus respectivos partidos y se mostraban disponibles. Esta operación Lewandowski ha sido una buena iniciativa… básicamente preelectoral, porque poco podrán hacer. Toda la lógica y la convergencia de intereses comunes entre partidos rivales lleva a pensar que debería haber elecciones más pronto que tarde, aunque también es cierto que la política catalana tiene aspectos inverosímiles. El Govern Aragonés es tan débil como imposible de derribar. Ninguna moción de censura tiene posibilidad de éxito. Y, además, en un momento en que el mundo está por otras cosas, la inflación, la guerra, la emergencia climática… un gobierno regional sin ningún margen de actuación podría acurrucarse y entrar en un período de letargo aprovechándose del desinterés general. Sería como un tiempo muerto, políticamente hablando. O, en otras palabras, una perdida de tiempo.

Los estrategas de Esquerra Republicana ya tienen comprobado que no ganarán más votos de la clientela independentista. Difícilmente podrán convencer a quienes hasta ahora votaban a Junts, la CUP o aquellos que gritan tanto de la ANC. Así que solo pueden continuar “ensanchando la base” pescando votos de la izquierda no independentista. Hasta ahora la estrategia les ha dado buenos resultados. Así que la solución a la crisis del Govern ha sido una declaración no de principios, sino de intenciones. Una forma de decir que Esquerra Republicana es un partido abierto y simpático donde puede caber todo el mundo... que no sea hiperventilado. Los tres fichajes estelares se han pronunciado inequívocamente desmarcándose del procés. Se trata, por parte de ERC, de ocupar lo que se llama la centralidad y que normalmente recibe el apoyo del establishment y de la opinión subvencionada. Los fichajes de Quim Nadal, Gemma Ubasart y Carles Campuzano avisan sobre todo a PSC y Comuns de que ERC está absolutamente determinada a disputarles el voto supuestamente de izquierdas. Y resulta que la estabilidad del Govern Aragonés depende del PSC y Comuns. La paradoja es la siguiente: ¿Estarán dispuestos estos dos partidos a contribuir a que se consolide la hegemonía de ERC y el liderazgo de Pere Aragonès, o más bien al contrario?

Un gobierno regional sin ningún margen de actuación podría acurrucarse durante un período de letargo aprovechándose del desinterés general. Sería como un tiempo muerto, políticamente hablando. O, en otras palabras, una pérdida de tiempo

Como es sabido, de aquí a final de año todos se necesitan mutuamente para aprobar los respectivos presupuestos. Sin duda ERC apoyará los presupuestos del Estado y PSC y Comuns corresponderán en Catalunya. En ningún caso Junts contribuirá a la estabilidad de un Govern que lo ha expulsado. Esta tesis de que son los presupuestos del conseller Giró es una mentira que intenta tomar a la gente por idiota. Giró hizo campaña para no irse del Govern, pero tal y como dijo, solo había enviado a cada conseller su cuota. Esto no es hacer un presupuesto. Le faltaba pelear con cada uno de los consellers y sacar partidas de uno para dárselas a otro, que es la parte más complicada y más en un gobierno de coalición. Y todo esto antes de aprobar el Govern el anteproyecto, que a continuación debía negociarse con los Comuns, siempre partidarios de subir impuestos para hacerse los progres y fastidiar a Convergència. Si tantas ganas tenía Junts de expresarse libremente y defender sus posiciones, no tendrá mejor oportunidad que presentar ahora un proyecto de presupuestos alternativo que lo identifique con su supuesta base electoral.

A todos los grupos del Parlament salvo a ERC y C's les interesan elecciones al Parlament cuanto antes, pero por débil que sea el Govern Aragonés nadie está en condiciones de derribarlo con una moción de censura

Así que Aragonès solo puede pactar los presupuestos con PSC y Comuns y así será si Junqueras no lo revienta. Ahora bien, llegados al año electoral de 2023, será el sálvese quien pueda. Salvador Illa quiere ser presidente y sabe que no puede permitirse esperar hasta después de las generales previstas para finales de año. Para presentarse como ganador necesita tener al PSOE en el Gobierno del Estado y las generales se plantean muy inciertas, así que para él es mejor que las elecciones catalanas sean antes. Además, para el PSOE una victoria socialista contra el independentismo y una nueva derrota del PP en Catalunya sería la mejor carta de presentación de cara a las generales. Pero resulta que antes, mayo está ocupado por las elecciones municipales, que son fundamentales para todos, con lo que llegamos a la conclusión de que a todos los grupos del Parlament salvo a ERC (y Ciutadans porque mientras hay vida hay esperanza) les interesan elecciones al Parlament cuanto antes.

Con esta perspectiva podría sorprender que un viejo roquero como Quim Nadal haya aceptado incorporarse a un gobierno con fecha de caducidad, pero Nadal nunca da puntada sin hilo y el departament d'Universitats puede funcionar como trampolín de su candidatura a la alcaldía de Girona, que, como todo el mundo sabe, es el lugar para el que Quim Nadal parecía estar y quizás sigue estando predestinado. La idea de Quim Nadal como alcaldable en Girona, es decir, desafiando a Puigdemont en su territorio, seguro que excita las hormonas de todos los dirigentes de Esquerra Republicana