Para el nuevo equipo económico del Gobierno, capitaneado por Luis de Guindos, no va a ser lo mismo que hasta ahora: se va a enfrentar a un entorno más difícil, sin la conjunción de los astros que ha jugado hasta ahora a su favor. De momento, lo único que sabe es que debe hacer un ajuste de 5.500 millones de euros en los Presupuestos de 2017, pero la incertidumbre le envuelve en cuestiones claves como el apoyo político con el que va a contar, qué va pasar en las elecciones americanas, cómo va a evolucionar el euro o cuál va ser el precio del petróleo. Y, por supuesto, cuánto tiempo va a durar.

Al dúo Cristóbal Montoro y Fátima Bañez, que continúan en sus puestos al frente de Hacienda y Trabajo, se suma Álvaro Nadal, en el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, un viejo amigo del grupo al que ya pertenecía desde la época de la oposición que lideraba la vicepresidenta. Su objetivo: mejorar la competitividad para compensar un crecimiento menor, lo que no va a ser fácil en un entorno europeo castigado por el pesimismo.

El Grupo de Sabios alemanes han requerido a Angela Merkel que abra un proceso de "más reformas" porque la Unión Europea, con una Francia en crisis y el Brexit, no es un marco de referencia apropiado para el futuro. Berlín no va a abandonar la UE ni el euro, pero va a cuidar y reforzar mucho más su propio jardín. Esa es la nueva tónica que va a dominar en el continente.

No se ha prestado suficiente atención al viaje reciente del rey Felipe VI a Cartagena de Indias para participar en la Cumbre Hispanoamericana, donde fue acompañado por Guindos. Allí, el Rey dijo que el área de América Latina y el Caribe son una prioridad como mercado para las empresas españolas. Joan Hortalá, presidente de la Bolsa de Barcelona, y que conoce muy bien el terreno, dice que "Sudamérica se está recuperando a un ritmo acelerado". Argentina es el caso más llamativo, pero hasta Brasil empieza a salir del grave bache que sufrió. El conjunto es una oportunidad a no desperdiciar, al igual que Asia.

Guindos ha dicho que la economía española podría crecer en 2006 "cerca del 3,5%". La previsión oficial para 2017 es del 2,3%. En su opinión, "si finalmente creciera medio punto más de los previsto, el ajuste presupuestario a realizar sería la mitad, inferior a los 2.500 millones de euros.

Ciertamente, es un propósito optimista dada la desaceleración de la economía mundial que se espera para el año que viene y el Brexit. Asimismo, factores favorables que han concurrido en el crecimiento en 2016, como la caída del precio del petróleo, ahora está en el aire, al igual que la depreciación del euro (si gana Donald Trump, EEUU podría buscar un dólar débil) y, desde luego, los estímulos presupuestarios, esos sí, van a desaparecer.

En 2017, la hucha de la Seguridad Social puede estar vacía y hay que buscar nuevas fuentes de ingresos

Junto a este cuadro macro, hay otros aspectos que también importan, y mucho. Una de las medidas inmediatas que se van a poner en marcha es la convocatoria del Pacto de Toledo antes de final de año. En 2017, la hucha de la Seguridad Social puede estar vacía y hay que buscar nuevas fuentes de ingresos. El último de crecimiento de 101.335 afiliados nuevos en octubre es una buena señal. 

En cuanto a la financiación autonómica, Guindos dijo que las competencias se podían ampliar en un debate organizado el 18 de mayo por el Foro de Foros en Barcelona. En aquella ocasión se mostró abierto a cambios y negociaciones. Con una condición: "la nueva financiación autonómica debe partir de la base de que las comunidades autónomas tengan un déficit cero", dijo.

A la postre, la opinión pública quiere saber cuándo va a acabar definitivamente la crisis que ni siquiera se resuelve creciendo más que el resto de Europa. A eso responde Guindos. "Tenemos que recuperar el nivel de rentas de antes de la recesión, algo que espero que se alcance en poco tiempo. Y debemos llegar a 20 millones de trabajadores. Ahora, estamos cerca de los 18 millones. Cuando se alcancen estas metas podremos decir que hemos superado la crisis". 

La cuestión es arrancar rápido, el turismo representa una nueva ayuda (ha habido 60 millones de turistas hasta septiembre) que se suma al dinamismo de la demanda interna y las exportaciones. Pero la inercia no va a durar siempre. Bastante ha hecho.