El miércoles 14 de marzo por la noche tengo un concierto en València y ya me quedo a dormir. Iré en tren y tendrá que ser un Talgo, porque en el Euromed, si es para viajar hacia el sur, no me dejan subir. La gente del Ebre solo podemos usarlo si es para ir a Tarragona o a Barcelona. ¿Verdad que os habéis quedado pasmados? Pues imaginaos nosotros, que llevamos un año y medio sufriendo esta situación. Intento explicárosla haciendo un poco de historia.

En junio de 1997 se ponía en funcionamiento por primera vez el tren Euromed, que une Alacant y Barcelona por el corredor del Mediterráneo (un nombre, este, el de corredor, que se ha demostrado poco acertado, porque correr, lo que se llama correr, los trenes no corren muy rápido, que digamos, sobre todo si los bautizas como alta velocidad). Durante todo este tiempo el Euromed ha pasado de largo de las Terres de l'Ebre. Casi veinte años viéndolos pasar fiu-fiu ahora hacia arriba, ahora hacia abajo. ¡Guiroppaaa! Así, entre parada y parada hay unos 100 km (Alacant-València-Castelló y Tarragona-Barcelona) excepto cuando llega justo al medio de los Països Catalans, donde da un salto, ¡alehop!, para que sean 200 km entre Castelló y Tarragona. Muy bonito, todo.

Total, que después de muchas reivindicaciones y lucha social (¡veinte años!, que se dice pronto), incluido también algún corte de vía —¡eh!, que no es que no tuviéramos nada más que hacer un domingo por la mañana que sentarnos en medio de la vía, ¿eh?, que también tenemos vida, nosotros, pero es que si no vas a malas a veces no te hacen caso—, después de eso, digo, Renfe y la Generalitat llegaron por fin a un acuerdo a finales del 2016: de los dieciséis Euromeds diarios que ahora pasan por el Ebre, a día de hoy se paran ocho: cuatro de subida y cuatro de bajada. El resto siguen pasando de largo, sin embargo, no fuera que a los del sur se nos tratara como ciudadanos de primera y nos diera un empacho de normalidad. Sin embargo, ¡ah!, chicos, la cosa tiene trampa. El convenio entre Renfe y el Departament de Territori i Sostenibilitat afecta solo territorio catalán: con el Euromed podemos viajar hacia el norte, pero no hacia el sur. Tal y como lo oís (o lo leéis, vaya). Y todo eso que os cuento ya pasaba antes del 155, ¿eh?

Las excusas (que no argumentos) que nos dan son variaditas. Una es que el paro del Euromed en el Ebre es temporal y que volverá a pasar de largo cuando acaben las obras de la variante de Vandellòs-Tarragona (único tramo de vía única todavía en el corredor que no corre). Por lo tanto, deben decir, no hay que matarnos si dentro de unos meses todo será como hace veinte años. Vamos a reculones, como los cangrejos, y lucharemos por mantener este servicio que tanto ha costado que llegara (más domingos por la mañana empantanados, como si no tuviéramos bastante trabajo). También dicen que es que l'Aldea-Amposta-Tortosa no somos capital de provincia. Claro, no como Tardienta, Calatayud, Puente Genil o Antequera, donde se para el AVE. Aparte, que dar excusas políticas a cuestiones técnicas es un poco lamentable. ¿Y los criterios de equidistancia en kilómetros que decíamos antes? ¿Y las decenas de miles de usuarios a quién dan servicio a las Terres de l'Ebre?

Después dicen que las Terres de l'Ebre somos el territorio catalán que tiene un índice más bajo de uso de transporte público. Mujer, ¡tú dirás! ¡El uso de transporte público va ligado a la oferta! ¿Cómo te tiene que salir una estadística estupenda si hay trenes que pasan de largo o no los puedo usar para ir a todos los destinos que ofrecen, como València? No se pide ninguna nueva parada ni ningún trato tarifario especial, sino simplemente que pagando el precio comercial que corresponda y se estipule se nos permita subir a un tren que ya a día de hoy se detiene en nuestra estación central, para así seguir el viaje hacia el sur y a la inversa, porque tampoco los usuarios de València o Castelló pueden comprar billetes para venir hacia el Ebre con Euromed; sí, en cambio, hacia Tarragona y Barcelona, pasando de largo de las Terres de l'Ebre a efectos reales, a pesar de hacer parada físicamente. Y alguien haciéndose el vivo puede decir: Compra el billete por internet de Tarragona a València y sube al tren en el Ebre. ¡Pues tampoco! En primer lugar, ¿por qué tengo que pagar yo más que por el trayecto que haré? Y en segundo lugar, los revisores están avisados y cuando el Euromed para a la estación de l'Aldea-Amposta-Tortosa se ponen en la puerta del convoy y no dejan subir a ningún usuario. De aquel mismo tren baja gente que viene de Barcelona, pero no puede subir nadie para seguir hacia el sur.

En resumen, que yo el miércoles tengo que estar en València a las 18 h para el concierto que tengo a las 20 h en Octubre Centre de Cultura Contemporània, en el acto de entrega de la Lletra Lila, organizado por la Associació d’Escriptors en Llengua Catalana (AELC). Podría coger un Euromed que para en el Ebre a las 16.05 h y que llega a València a las 17.40 h, sería ideal, pero como no me dejarán subir, me toca coger un Talgo (que en estos sí podemos subir para ir al sur) a las 12.47 h para llegar a València a las 14.38 h. Sí, tengo un Talgo más tarde, pero entonces no podría comer. Total, que me hacen perder tres horas de mi vida. Son ladrones de mi tiempo, y si después de toda esta explicación todavía no lo entendéis, tranquilos, si os sirve de consuelo, nosotros tampoco.