Aprendí a amar la luz persiguiendo sombras por calles desconocidas y rutas ignotas. Observando cómo los rayos de sol se filtraban entre las ramas de los árboles del camino lejos de casa y dibujaban fantasmas esqueléticos en la tierra empedrada. Repasando fotos de antiguos viajes siempre se encuentra un resplandor peculiar en algún rinconcito que nos recuerda que, por norma general, hemos acabado encontrando la salida de los laberintos oscuros en los que nos ha hecho entrar la vida.

Aprendí a amar la luz embelesándome ante las columnas de los puentes que reflejan las aguas del río, tímidamente retozonas con el amanecer plácido. Aguantando la respiración en soledad en un atardecer rojizo cerca del mar. Persiguiendo arco iris que se deshilachaban a medida que la llovizna se volvía irregular. Las fronteras del amor inexploradas y las dudas de la piel suelen tener la marca de una claridad huidiza.

Repasando fotos de antiguos viajes siempre se encuentra un resplandor peculiar en algún rinconcito que nos recuerda que, por norma general, hemos acabado encontrando la salida de los laberintos oscuros en los que nos ha hecho entrar la vida

Aprendí a amar la luz mientras me engullía una superluna llena en la playa. Con las persianas que filtran perfectos hilos de aurora donde bailan suspendidas las motas de polvo. Con una voz anónima e inesperada como una tormenta de verano, refrescante e intensa. Sumergida en la transparencia de un lago desde donde podían verse las antípodas sin gafas. Comer cuando tienes hambre. Dormir cuando tienes sueño. La ternura y la intimidad. Hacernos la vida más sencilla.

Aprendí a amar la luz andando por dentro de unos ojos que no podían mirar sin entenderlo todo y cuyo interior flotaban todos los planetas no descubiertos. Bajo la punta de mi bolígrafo escribiendo un nombre nuevo. Pescando estrellas fugaces con las manos llenas. Mi gente no lo tiene todo claro ni brilla siempre, pero se esfuerza cada día para ser mejor y me hace sonreír. Su interruptor nunca se funde. La luz que no sabía que brillaba.