La Cambra de Comerç acaba de publicar uno de sus estudios monográficos, el titulado Convergència amb els frugals i dèficit fiscal. Elaborado por el director del gabinete de estudios de la institución, el economista Joan Ramon Rovira, constituye una aportación muy destacable a la tesis que un menor déficit fiscal acercaría Catalunya a los países líderes europeos, tal como recogía la noticia de este diario con motivo de la presentación del trabajo el pasado 28 de enero y que se puede consultar aquí. El trabajo de Rovira aporta respuestas a la pregunta de si la reducción/eliminación del déficit fiscal contribuiría a converger con países frugales en términos de PIB por habitante y de bienestar (que el autor mide a través del consumo por habitante). El autor coge como referentes Austria y Dinamarca. Por otra parte, según el diccionario, frugal se refiere a aquel que se contenta de alimentos simples, moderado en la comida; dicho de otro modo, que no gasta más de lo que tiene, no tiene la mano rota).

Algunas precisiones creo que permitirán ubicar mejor el lector en el marco del trabajo: aunque el autor habla de reducir/eliminar el déficit fiscal, en la práctica el ejercicio descansa en su eliminación, lo cual no varía el signo de los resultados, pero sí su intensidad; una cosa es la producción por habitante (PIB) que genera la economía catalana y otra diferente es el consumo en la economía catalana, siendo este último concepto inferior al primero por el hecho de una parte de la producción no se consume sino que se invierte o bien se va fuera, como es el caso del déficit fiscal; el ejercicio descansa en datos de un periodo de 20 años (2000-2019), una serie bastante larga que incluye variedad de ciclos económicos; realiza proyecciones de PIB y de consumo a 20 años (horizonte 2040) descansando en supuestos razonables sobre la base del OCDE; los datos que trata están homogeneizados entre países (filtrando los diferentes niveles coste de la vida) y en valores constantes (filtrando las variaciones de precios de los productos); a lo largo del ejercicio incluye Catalunya y España, pero España sin Catalunya, lo cual permite visualizar los espacios económicos de manera nítida, sin las típicas "Catalunya comparada con el conjunto de España" (que incluye Catalunya), sino "Catalunya comparada con el resto de España"; finalmente, el autor fundamenta su trabajo y aplica al caso una muy bien descrita formalización macroeconómica, hecho que da robustez al ejercicio y lo hace altamente recomendable para interesados en la economía catalana, que no hace falta que sean necesariamente economistas.

La fotografía comparativa que se da entre Catalunya, Austria y Dinamarca señala diferencias notables entre las tres economías. La primera es que en el 2019 la producción por habitante en los dos países frugales es un 17% superior a la catalana (la cual, al mismo tiempo, es un 23% superior a la española sin Catalunya), o sea que, dicho en plata, somos menos productivos. Eso es debido básicamente al hecho de que la producción por empleado es más baja aquí, pero también tiene una influencia el hecho de que aquí trabaja una parte más pequeña de la población que allí (y en Catalunya trabaja una parte mucho mayor de la población que en el resto de España).

La segunda fotografía de partida que nos presenta el trabajo es la relativa al consumo por habitante (suma del privado, o lo que hacen las familias con sus ingresos, y del público, es decir educación, sanidad, servicios sociales, etcétera). En esta variable la comparación resulta bastante cruel para Catalunya. En 2019 Austria tiene un consumo por habitante un 16% superior al catalán, y Dinamarca un 21% superior al nuestro. Más allá del hecho de que en estos países se da un nivel de bienestar más alto, resulta preocupante el hecho que, con perspectiva dinámica, la diferencia con Catalunya se ha ampliado, y mucho, entre el 2000 y el 2019: en Austria el crecimiento acumulado del consumo por habitante a lo largo de este periodo ha sido del 5,8%, en el resto de España, del 8,6%, en Dinamarca del 21,1% y en Catalunya del... 1,7% (un crecimiento del 0,1% medio anual, o sea, estancamiento total).

Hecha la comparativa inicial con los países de referencia en las variables seleccionadas, Rovira pasa a incorporar el déficit fiscal catalán con el estado español, aquel que se cifra en el equivalente del 8% del PIB anual (en términos monetarios), con la finalidad de estimar si su eliminación tendría incidencia sobre la actividad productiva de la economía y sobre los niveles de consumo de su población. Mañana hablamos de ello.