Ponsatí cabreó de lo lindo Puigdemont después de que la eurodiputada le leyera la cartilla delante de todo el mundo. El cogote del president quedó rojo como un tomate. Un hecho tan insólito exigía coraje a la par que temeridad. Los que se enfrentan a Puigdemont —cuando menos en el espacio político que lidera como un tótem— tienen los días contados.

También es verdad que Ponsatí no es que flirtee con otra formación política. Es que es el mascarón de proa. Ponsatí, como icono de un cuarto espacio, más que hacer una valoración del revés judicial en el TGUE —el peor hasta el momento— leyó un manifiesto político que tuvo el mismo tono condescendiente y aleccionador que el lanzamiento de Primàries en Barcelona en 2019.

Ponsatí lanzó dos misiles. Pero el primero, a los republicanos, era una letanía. Y en eso ningún problema. Puigdemont tiene el copyright. Ninguna novedad en la partitura que recita Puigdemont y su entorno desde hace cinco años y medio como mínimo. Los de Junqueras han pactado y negociado con el PSOE, ergo se han rendido. El segundo, sin embargo, hizo daño, entró a matar. Porque le dijo a Puigdemont —después del varapalo judicial— que se dejara de tanto cuento y que el litigio judicial del 'exilio' nada tiene que ver con hacer la independencia. ¡Sacrilegio!

También es cierto que tiene toda la razón el líder de Junts cuando le recuerda a Clara Ponsatí que es europarlamentaria gracias a él y que sin él —no se lo dijo, pero lo piensa— no habría tenido ni para pipas. Aquel mismo mayo de 2019, cuando Ponsatí tras (Comín) Puigdemont fue votada para el Parlamento Europeo, había doble urna. Y Ponsatí también se presentó a la lista de Primàries de Graupera en Barcelona. El resultado fue respetable e hicieron ruido. De hecho, más ruido que votos, cerca de 28.000. Más o menos como la CUP. Ahora bien, por debajo del 4%. Insuficiente para alguien que aspiraba a ser alcalde. Ni siquiera para entrar en el consistorio, una barrera que estaba cerca de los 40.000 votos.

Puigdemont ha querido unificar bajo su batuta a todo aquel que compartiera el tuitero 'putaerc' o el 'nyordos', 'traidores', 'vendidos' y otras invectivas de los true patriots

Y si a Puigdemont le debe el escaño que ocupa, a Junqueras le debe ahorrarse la prisión. Claro que este es un tema tabú, porque la máxima juntaire es que si se han producido los indultos y se ha derogado la sedición ha sido gracias a la divina providencia. Los acuerdos 'gratis' son los que han permitido a Ponsatí poder pisar Catalunya sin pasar por la trena, a Turull salir de la prisión o a Sánchez poder trabajar para la administración pública. De nada, habría podido responder Junqueras. Pero no ha tenido ocasión porque le han dicho de todo menos gracias.

Puigdemont ha querido unificar bajo su batuta a todo aquel que compartiera el tuitero 'putaerc' o el 'nyordos', 'traidores', 'vendidos' y otras invectivas de los true patriots. Pasa que es más fácil compartir un enemigo común que objetivos de país plausibles. Puigdemont ha alimentado el cuarto espacio (Ponsatí es la prueba viviente), ha flirteado con él e incitado que luchara ferozmente contra el enemigo común. Solo hay que recordar la bronca salvaje a Carme Forcadell el día que Puigdemont se autoorganizó un homenaje por el quinto aniversario del 1 de octubre.

Pero siempre hay alguien dispuesto a exhibirse como el auténtico true patriot, lo que necesariamente obliga a señalar como impostores a todo el resto. Puigdemot probó, de boca de Ponsatí, su propia medicina. No le hizo ninguna gracia. Y más que la probará si hace eclosión definitivamente este cuarto espacio como marca electoral. Porque para triunfar, este cuarto espacio tiene que arrebatar la bandera de los true patriots a los que la han retenido hasta ahora. De momento, el cuarto espacio llama a la abstención. No será hasta las próximas elecciones catalanas que veremos la puesta de largo. Poco hará sufrir a los republicanos. Entre poco y nada. Pero sí que amenaza con provocar una gran brecha en el puigdemontismo,  que es quien, a día de hoy, capitaliza todavía el grueso de los potenciales votos del cuarto espacio.