Si eres joven y buscas a Dios en las redes, sigue a algún famoso como Lady Gaga o Messi y lo encontrarás. Dios en la red se hace hoy presente a través de posts y tuits de famosos. Las organizaciones, instituciones o personas que representan las religiones atraen a algunos jóvenes interesados en la religión, pero el modo como la mayoría se alimentan digitalmente de contenido espiritual está muy vehiculada por lo que dicen sus admirados influencers. Los jóvenes que creen se dejan llevar por los pensamientos y las ideas de sus ídolos y sus puntos de referencia, y estos son los famosos que han sustituido la antigua guía de profesores, curas o miembros autorizados de las familias o comunidades. No se trata de una intuición mía, sino del fruto de un estudio que ha analizado más de 500 millones de perfiles de jóvenes en las redes.

El informe global ha sido promovido por el portal Aleteia, realizado por investigadores del Observatori Blanquerna de Comunicació, Religió i Cultura y del grupo de investigación STReaM y presentado al sínodo de obispos que tiene lugar este octubre en Roma. Mañana hablaré en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma en un acto en que se expondrán datos que muestran en qué creen los jóvenes. Porque los jóvenes creen y buscan y no están de vuelta, como tantos adultos amargados y sabelotodo creen. Buscan y encuentran, pero quizás no en los sitios dónde intuimos que buscan.

Los jóvenes activos en las redes tienen intereses sobre todo en entretenimiento (televisión, videojuegos, música y deportes) y en bienes de consumo (marcas). El estudio ha analizado mundialmente datos estadísticos de 540 millones de usuarios de 18 a 25 años registrados en Facebook e Instagram. Son jóvenes de la llamada Generación Z. Los datos constatan que el 4% de los jóvenes comparte contenidos relacionados con el catolicismo. El perfil de estos jóvenes es de alto nivel académico y con preocupación por asuntos sociales. El papa Francisco aparece como influencer número 1 entre los jóvenes que demuestran intereses en temas católicos. Los datos no han sufrido ninguna alteración ni filtro ideológico (se han tomado las informaciones que los propios jóvenes ponen en sus perfiles de las redes sociales).

Las denominadas celebrities como Kim Kardashian, el futbolista Neymar o el cantante Justin Bieber son gurús espirituales para los jóvenes, mucho más que los líderes religiosos. A través de sus mensajes y fotos, estos famosos influyen a millones de jóvenes de todo el mundo, y en el caso religioso tienen un impacto emocional muy alto. Una foto de Lady Gaga en misa puede llegar a tener un impacto mucho más fuerte que la de un predicador, un obispo, un imán o cualquier persona que represente una religión. Josep Lluís Micó ha liderado el estudio y constata que aunque la Iglesia ha demostrado que es la institución "más competente" para movilizar grandes comunidades offline, cuando se trata del entorno digital tiene más dificultades.

En cambio, "los llamados influencers espirituales, estos famosos que con algún comentario muestran que son creyentes o que les interesa la religión, quizás no tienen interpretaciones muy ortodoxas, pero son capaces de proyectar muy bien esta dimensión trascendent". Tanto el papa Francisco como el Dalai Lama son líderes de opinión, también para los jóvenes, que prefieren la espontaneidad y penalizan la impostación y lo que llaman "postureo", simular algo que en realidad no es. La exigencia de los jóvenes por la autenticidad y el hecho de que escojan a famosos y no a los legales representantes de las religiones son un reto que obligará a las tradiciones religiosas a purificar lenguaje, estilos, contenido y propuesta. A cambiar para no extinguirse. Cambiar, ellos, a quienes tanto les cuesta.