Lunes. 12 del mediodía. La cita es en el Museu Torre Balldovina de Santa Coloma de Gramenet, Santaco para los amigos (y las amigas). Actúan Núria Parlón, alcaldesa de la ciudad, Miquel Iceta, la persona que se lo pasa mejor de todos (según propia confesión), y Susana Díaz, presidenta de Andalucía y, dicen, aspirante a lideresa del PSOE.
El acto es al aire libre y el cielo amenaza lluvia. Pregunto al cabo de los Mossos en Santa Coloma, que está allí controlando la seguridad, si acabará lloviendo o no. Mira hacia arriba y me dice: creo que no. A cubierto, supongo que por si acaso, hay un par de mesas de madera con unos manteles de color rojo potente donde sirven un catering para la militancia. De sólido, cruasanes rellenos. De líquido, Coca-Cola, Fanta de limón, tónica, agua de litro y media de baja mineralización y café. El café lo hacen con una máquina Nespresso, pero las cápsulas son marca l'Arome. La media de los comedores es de 75 años. Y tienen hambre. Pasa como en los cines, que la gente relaciona ir a ver una película con comer palomitas, una cosa que a aquella hora y en otro lugar no harían nunca. Pero en el cerebro se les despierta un mecanismo que les dice: ¿cine? Pues palomitas. Aunque no tengas hambre. Pues bien, con la comida y la bebida que es gratis, pasa igual. Como no tengo que pagarlo, ahora me ha entrado hambre. ¿Puedo repetir?
12.25. Llegan Miquel Iceta y Assumpta Escarp. Sobre Escarp, dos cositas: 1/ cuando la veo bajar del coche pienso "¿qué hace aquí si no interviene en e acto?"; y 2/ teniendo en cuenta que es la secretaria de organización del partido y que fue la número 6 de la lista del PSC de BCN, estaría bien que la web del partido actualizara su biografía porque la última entrada es del 2011. Sobre el punto 1, le diré que en pleno acto salta la noticia de la imputación de Jaume Collboni y quien atiende los medios es, precisamente Escarp. Misterio resuelto.
Y sobre Iceta, también dos cositas. La primera es que poco rato después de llegar, y mientras hace tiempo esperando la llegada de Susana Díaz, se le acercan dos jóvenes y le piden que les firme un ejemplar de su tercer libro, Icetadari, paraules per al diàleg. Y lo hace encima de un coche.
Justo acabar la firma se le acercan dos abuelos y se presentan. Uno de ellos le dice: "soy Pujol, pero el Pujol del PSC". Espero un comentario sarcástico, pero no. De repente me ve y me dice (y ésta es la segunda): "tengo una cosa para ti". Se pone la mano en el bolsillo y me saca eso que verá en la fotografía...
Efectivamente, es un pin. Un pin de Miquel Iceta bailando... REGALADO POR EL PROPIO MIQUEL ICETA. ¡¡¡SEN-SA-CIO-NAL!!!! Pero recibir una joya como ésta no podíamos despacharlo de cualquier manera, o sea que le pido una entrega con todos los honores....
Y ahora usted se preguntará: "¿dónde mira Iceta?". Bien, es que son las 12.39 y en aquel preciso momento llega Susana Díaz en una furgoneta negra tipo "Equipo A". La presidenta andaluza baja acompañada de Núria Parlón. Un par de matrimonios presentes comentan la escena. Una señora le dice a la otra señora: "es pequeña". Y ella misma añade: "bueno, tiene la altura de Iceta". La respuesta de la otra es: "se ha adelgazao bastante". Después comentan la cazadora de Parlón, que tiene un vistoso dibujo indio en la espalda (por los colores y el tamaño).
Empieza el acto. Son las 12.49 y caen pequeñas gotitas. Ay, ay, ay. Miro al Mosso jefe de los Mossos de Santaco y me hace que no con la cabeza. Si él dice que no lloverá, ya no sufro. Toma la palabra Núria Parlón. Pronuncia un discurso sobre el mundo local y sobre las izquierdas. Sin papeles. Con contenido y sin demagogia, cosa que por desgracia los mítines van llenos. Después Miquel Iceta reivindica que entre tanta mujer socialista también esté él, en representación de los hombres socialistas. Y, por fin, la estrella invitada: Susana Díaz. Lo primero que dice es: "quiero que Pedro (Sánchez) sea presidente de España". Y no se le escapa la risa ni nada. Denuncia la pinza que sufre Andalucía entre la izquierda incierta (Podemos) y la derecha (PP). El momento donde consigue más asentimientos de los asistentes es cuando dice que antes, si tenías trabajo, podías mantener a la familia y que ahora, cada vez más, hay familias que, a pesar de trabajar, comen gracias a las pensiones de los abuelos. Y también habla de los 80 días que estuvo sin gobierno por falta de pacto. Y yo no puedo evitar cantar (interiormente): "son, ochenta días son, ochenta nada más..." (si quiere hacer una pequeña pausa y cantarla también –interiormente–, le paso el enlace).
Son las dos menos cuarto. Antes de marcharse dirección Sant Boi, la comitiva decide dar un rápido paseo por el mercadillo situado a dos minutos andando desde el lugar donde estamos. A aquella hora la mayoría de puestos desmontan, pero todavía hay tiempo para saludar a unas cuantas personas, y para conocer estos churreros que si tienen clara una cosa es que mañana trabajan.
Y mientras Susana Díaz espera que la furgoneta tipo "Equipo A" la pase a buscar, se le acerca una señora y le dice: "¿sabes qué pasa?, que la tele engorda". Y la presidenta se la mira agradecida. Cosas de ir (aún) a los mercados, lo más clásico de los clásicos.