Arinsal, cuanto más alta más pura”. Este era el lema de una empresa embotelladora de agua que ha tenido que cerrar después de intoxicar con un virus fecal a más de 4 mil personas. Conclusión: la realidad era que cuanto más alta más caca. Literalmente.

Y es que una cosa por el hecho de ser muy “natural”, muy “casera” o muy “ecológica”, no garantiza que sea ni más sana ni mejor para la salud.

Supongamos una persona que monta una parada en medio de la calle y vende huevos de sus gallinas. Seguro que aquellos huevos, en todos los casos, serán más buenos que unos comprados en un gran supermercado donde hay una montaña con 500 docenas de huevos que la última vez que vieron una gallina ya estaba el PSC gobernando en el Ajuntament de BCN. Ahora bien, ¿serán más sanos? Pues si todo va como tiene que ir, desde el punto de vista de estricta seguridad alimenticia, estamos al 50%. Ahora bien, ¿qué garantías sanitarias me ofrece el señor que vende unos huevos que no sé ni de dónde han salido? ¿Sus gallinas están sanas? ¿Alguien controla que no haya ningún virus en la explotación? Si no pasa ningún control, ¿me puedo fiar de aquellos huevos? No. En cambio los huevos del gran supermercado, aunque no tengan sabor de nada, desde el punto de vista de mi salud, me ofrecen garantías. Por lo tanto, y permítame la provocación, sanitariamente puedo fiarme más de un menú del McDonald's que de la sopa que me vende alguien por la calle, que no se ni donde la elabora, ni como la transporta, ni donde la guarda, ni en qué condiciones. Y me explico.

Hagamos otra suposición. Una persona que hace pasteles en casa y se pone a venderlos por los restaurantes. Pueden ser buenísimos, pueden estar hechos con los productos más naturales, incluidos los huevos del señor del que hablábamos antes, sin embargo ¿qué garantía tengo yo de que la cocina donde los hace está en condiciones? ¿Qué garantía tengo de que esta persona se lava las manos cada vez que va al lavabo? Si, ya sé, la misma que la que puede haber en una pastelería, pero si un establecimiento me intoxica, tengo donde ir a quejarme y alguien se hace responsable, aunque acabe siendo la administración. Si me intoxico con unos huevos donde la salmonela saluda con la manita o con un pastel que camina solo, que han sido comprados a no se sabe quien, ¿quién responde?

¿Estoy diciendo que son mejores los huevos industriales sacados de gallinas explotadas como esclavas y los pasteles industriales que no conocen la presencia humana ni de vista? No. Lo que digo es que esta moda publicitaria de que todo lo que es presuntamente “natural”, “ecológico” o “bio” tiene que ser más sano, no es necesariamente cierto. Arinsal es el gran ejemplo.

Estoy diciendo que, entre un queso elaborado por un artesano y uno de una gran industria, NO hay color. Ahora bien, siempre que el artesano pase unos controles sanitarios y sepa hacer queso (o pasteles)... Porque esta es la otra. Tener la mejor leche, la más pura y ordeñada de las vacas (o cabras, o ovejas, o  búfalas) que comen la mejor hierba, no garantiza que el queso sea bueno. Que hay gente haciendo pagar 10 € por un trocito de queso que no sirve ni como serrín para el gato.